La Ducati Scrambler 2019 continúa el camino iniciado cuando se estrenó hace ya cuatro años, con un estilo propio y característico que ha hecho que se convierta en un modelo clave para la marca italiana. Nada menos que 55.000 unidades se han vendido desde que viera la luz en 2015, y su renovación busca seguir ampliando el número de matriculaciones.
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La primera versión en recibir esta actualización, lo lógico será que más adelante le sigan el resto, es la Scrambler Icon, que utiliza un motor bicilíndrico en L de 803cc que desarrolla 74 CV de potencia y 67 Nm de par máximo.
Desde un punto de vista estético, el propulsor está pintado en negro, las llantas tienen un acabado mecanizado y se ofrece con dos combinaciones cromáticas diferentes: amarillo ’62 Yellow Tangerine y naranja Atomic Tangerine, siempre con el bastidor negro y asiento negro con los laterales grises.
En el frontal, la principal novedad es la incorporación de un faro LED DRL pero también cuenta con unos nuevos intermitentes LED de apagado automático, con unas piñas en el manillar que son más ergonómicas y con un cuadro de instrumentos mejorado, en el que ahora aparece la información sobre el nivel de combustible.
El asiento es más plano, lo que facilita su manejo gracias también a rebajar el centro de gravedad. En este aspecto, además, influye la presencia del Bosch Cornering ABS, que da más seguridad en la frenada incluso en curvas. Por último, la suspensión es nueva y ajustable, igual que el embrague hidráulico, que permite configurar el recorrido como más le satisfaga al piloto.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.