La nueva Honda CRF1000L, más conocida como Africa Twin, estrena un motor inédito, bicilíndrico paralelo que lo encaja dentro de un chasis sencillo, robusto y ligero, y da forma a una de las motos más apasionantes que ha construido el gigante japonés en los últimos tiempos.
Con ella Honda quiere resucitar un mito, una moto que empezó su andadura en 1988 con una versión de 650cc y abandonó el mercado a finales de 2003 tras haber crecido hasta los 750cc. Una historia de 15 años de éxito comercial triunfando en todos los mercados del mundo. Sin olvidar que siempre ha estado avalada por sus numerosos triunfos deportivos, sobre todo en el Dakar y en la categoría Maratón para motos de serie.
Ahora, con el segmento de las trail -viajeras-aventureras en alza, y con las motos ganando ventas, Honda ha decidido que es el momento oportuno para su relanzamiento y lo han hecho sin escatimar medios ni tecnología.
“Desde el principio del diseño y desarrollo de nuestra nueva Africa Twin quisimos crear una auténtica motocicleta adventure a gran escala, que fuese igual de eficaz y divertida cruzando vastos continentes como en autopista o en uso diario”, señaló el señor Hasegawa, ingeniero líder del proyecto, durante la presentación internacional de la nueva Honda en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). “El legado y las prestaciones del anterior modelo fueron nuestro punto de referencia, y después de muchos meses de trabajo de investigación, pruebas, desarrollo y conducción, la CRF1000L tiene la capacidad off-road que permite disfrutar por caminos de tierra, el confort de una tourer y la agilidad de una utilitaria. En otras palabras, un modelo auténticamente merecedor de heredar el legendario nombre de Africa Twin”.
Técnicamente es una moto absolutamente nueva, el motor es un bicilíndrico paralelo de 998cc, rinde 95 CV a 7.500 rpm y 98 Nm de par a 6.000 rpm. Tiene unas dimensiones exteriores muy compactas e internamente el calado del encendido es a 270 grados, igual que en el motor en V de la anterior Africa Twin 750, que le da una excelente tracción y añade una pegada consistente a altas revoluciones que antes no tenía.
El cambio se puede elegir normal de seis marchas o el DCT de doble embrague, que ha sufrido relevantes mejoras con tres modos más de utilización.
El bastidor es de acero con el basculante de aluminio, lleva suspensiones de largo recorrido (230 milímetros la delantera y 220 la trasera), llantas de radios de 21 y 18 pulgadas, respectivamente. Pesa en orden de marcha 228 kilos (y 208, en seco), a los que hay que añadir 4 kilos más con ABS y, si incorpora el sistema de cambio DCT, la cifra llega a 242 kilos.
Carretera, campo y pistas
Así estaba programada la prueba, un día rodando por las retorcidas carreteras del interior sudafricano y otro por los cientos de pistas de tierra y arena que la atraviesan.
En los 300 kilómetros, casi todos por carretera, lo primero que se aprecia es una postura de conducción muy confortable, el asiento se puede colocar en dos posiciones, a 870 milímetros o bajarlo 20. Su comportamiento es muy noble en todo momento, extremadamente manejable. El motor tiene una respuesta dulce, progresiva, pero también tiene carácter. Se mueve con rapidez entre virajes y con una pegada final que le permite superar claramente los 200 kilómetros/hora, siempre con un aplomo imperturbable. Su faceta turística la ha superado con buena nota, es cómoda, segura, fiable, no cansa y con unos consumos muy ajustados: apenas 5 litros a los 100, lo que le da una autonomía de casi 400 km.
Durante la jornada probamos las dos versiones, con cambio DTC y normal. El cambio de doble embrague tiene mucho sentido en carretera, ya que hace más fácil y relajada la conducción, y además ofrece un amplio abanico de posibilidades de utilización. También se puede usar de forma manual.
La segunda jornada de prueba constó de unos 100 kilómetros mucho más aventureros, por todo tipo de pistas, rápidas, con mucha arena, algo de barro, agua y con muchas piedras. Manejar máquinas de más de 200 kilos por campo no es tarea fácil. Esta nueva Africa Twin, calzada con neumáticos de tacos Continental y unas suspensiones muy eficientes, una elevada distancia libre al suelo y las bondades de chasis y motor, sorprende muy favorablemente. Dentro de su segmento de grandes trail de un litro de cilindrada, es la que mejores aptitudes demuestra fuera del asfalto.
De las dos versiones, con cambio normal y DCT, esta última estaría recomendada para pilotos con poca experiencia o habilidad normal. Para los aventureros está el cambio manual, que pesa 14 kilos menos que se notan. En cuanto a precios, la estándar vale 12.700 euros; 13.600, con ABS, y 14.720 euros, con ABS y cambio DCT.
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