Motul lleva 165 años fabricando lubricantes para motores, primero como una empresa estadounidense fundada en 1853 y un siglo después ya como la compañía francesa que ha perdurado hasta nuestros días. En esta larga trayectoria la innovación ha sido una de sus señas de identidad, un compromiso con la evolución tecnológica que ha convertido a sus productos en referencia para los usuarios más exigentes tanto en el mundo del automóvil como de la motocicleta.
Superando con cierta estabilidad los avatares de la crisis económica y sus efectos en la industria, Motul ha recuperado la senda del crecimiento en los tres últimos años, incluyendo su filial española que acaba de presentar en el mercado su producto más avanzado para el sector de la motocicleta, el lubricante para motores de cuatro tiempos 300V2. Es el heredero del 300V que desde su lanzamiento en 1971 ha convencido a los motoristas por sus cualidades, que ahora potencia y además aporta incuestionables argumentos para la protección medioambiental. Ha sido formulado a partir de bases renovables, cuenta con menos materiales fósiles puros y su huella de carbono durante el proceso de producción es un 18% inferior.
Con un rango de viscosidad 10W-50, el nuevo 300V2 es un lubricante adecuado incluso para su utilización en competición, de hecho está homologado por la Federación Internacional de Motociclismo. Por tanto, cumple sobradamente con los requerimientos de cualquier usuario de motos, especialmente las de alto rendimiento para las que ha sido concebido: la fricción de la película de aceite es baja por lo que mejora el par motor, ofrece una mayor adherencia en el embrague, optimiza la oxidación alargando su vida útil y limpia el motor con mayor eficacia.
Los motores de altas prestaciones, tanto para su utilización en motos de carretera como de campo, son los que se benefician en mayor medida de todas estas ventajas, incrementado de promedio 1,5 CV de potencia respecto al lubricante correspondiente de la anterior generación. A la vista de sus características, eso sí, Motul recomienda no alargar la sustitución de un producto tan específico más allá de los seis meses o unos 7.000 kilómetros, siendo ésta la garantía más solvente para la longevidad y buen funcionamiento del propulsor. El precio recomendado del envase con un litro de capacidad es de 26,85 euros.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.