La fórmula más accesible para disfrutar de una Harley

Disfrutar de una Harley-Davidson es el sueño de muchos motoristas. Una marca legendaria, con modelos icónicos, una filosofía bien diferenciada del resto del mercado, aspiracional… y con productos de precio elevado. En su gama actual, la propuesta más económica es la Sportster Nighster con una tarifa que arranca en 16.250 euros; a partir de ahí, los precios van en aumento a través de sus diferentes familias de motos, hasta llegar a los 63.000 euros del triciclo Tri Glide en su versión CVO.

Cantidades considerables y al alcance de no demasiados bolsillos, pudiendo suponer un escollo importante para muchos de los que ambicionan conducir una de estas Harley. Para facilitar el acceso de los clientes a la marca, se acaba de poner un nuevo producto financiero, alternativo a la compra tradicional de un vehículo.

En colaboración con Leasys y FCA Bank (Grupo Stellantis), Harley lanza un servicio de alquiler a largo plazo para disfrutar de cualquier modelo de la marca en formato de cuotas mensuales. Un renting a 36 o 48 meses, sin obligación de compra y que incluye todos los servicios relacionados con la utilización de la moto: mantenimiento, asistencia en carretera, seguro de responsabilidad civil, robo e incendio con franquicia, neumáticos e impuesto de circulación.

El pago mensual es una cantidad fija durante todo el periodo del contrato, no exige abono alguno inicialmente e incluye la utilización de la moto durante 10.000 kilómetros al año. Las cuotas, dependiendo del modelo y del plazo elegido, arrancan en 509 euros al mes, correspondiente a la moto más barata de la gama (Sportster Nighster) y el plazo máximo de cuatro años.

El renting de Harley Lease está disponible para particulares, autónomos y administraciones públicas.