La primera Harley-Davidson eléctrica producida por la marca estadounidense en sus 115 años de historia ya tiene precio para el mercado español. Cuando llegue a los concesionarios en la segunda mitad de este año (en torno al mes de agosto, aunque los pedidos se abrirán el próximo febrero) costará 33.700 euros, una cantidad que sitúa a la LiveWire en la parte alta de su oferta, comparable al buque insignia Ultra Limited (33.990 euros).
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El precio es sustancialmente superior a los pronósticos que habían realizado los expertos, que se movían en una horquilla entre 25.000 y 30.000 euros, considerando además que por su mecánica de cero emisiones se encuentra exenta del impuesto de matriculación. De hecho, la tarifa en Estados Unidos es inferior, 29.799 dólares (26.000 euros al cambio actual).
Se espera que al mercado español lleguen una veintena de unidades de esta revolucionaria motocicleta y habrá que esperar para saber si en ese momento se podrá beneficiar del algún incentivo público a la compra para vehículos eléctricos.
Harley-Davidson ha querido aprovecha el Salón de Electrónica de Consumo (CES) de Las Vegas para ofrecer nuevos detalles de la LiveWire, con el claro objetivo de posicionar como tecnológicamente muy avanzado a su primer modelo 100% eléctrico, que inaugura una etapa de cambios trascendentales para la compañía. Es así como ofrecerá conexión a través del teléfono móvil a servicios en la nube, tales como el estado de la motocicleta, la carga de la batería, alertas de manipulación, localización o programación de mantenimiento.
Respecto a la mecánica H-D Revelation, la marca anuncia que es capaz de entregar el valor nominal completo de su par motor en el mismo instante de acelerar, estando siempre disponible una potencia que permite acelerar a la LiveWire de 0 a 100 km/h en menos de 3,5 segundos. La transmisión es automática, ya que el motor eléctrico permite prescindir del embrague y cambio de marchas, además de disfrutar de la capacidad de retención propia de este tipo de propulsor.
En cuanto a la autonomía de las baterías, Harley-Davidson hace una estimación de 185 kilómetros en tráfico urbano, sin que ofrezca dato alguno respecto a una homologación en ciclo combinado. Un alcance que se antoja reducido para una propuesta de estas características, que debe satisfacer a los usuarios tanto en su uso en la ciudad como al salir de ella.
La Harley eléctrica quiere convencer en ciudad y también en carretera.
Obviamente el planteamiento de la LiveWire no es el de una moto rutera preparada para afrontar grandes viajes, pero su parte ciclo se ha planteado para el disfrute de la conducción también en la carretera. La propia marca se refiere a “un pilotaje emocionante en sinuosas carreteras secundarias”.
La teórica autonomía puede verse reducida a menos de la mitad, por debajo de los 100 kilómetros, en un empleo más dinámico de la motocicleta, pese a ser capaz de regenerar energía de las frenadas, especialmente en ciudad.
Esa deportividad, que exigiría una mayor capacidad de las baterías, se argumenta en un atractivo diseño y otros detalles como su bajo centro de gravedad, las avanzadas suspensiones con reglaje electrónico de serie, el equipo de frenos con función de antibloqueo en curva, el control de tracción e incluso un sonido que se incrementa en la fase de aceleración y cuando sube la velocidad.
Un conjunto muy prometedor en cuanto a sensaciones de pilotaje pero que puede verse penalizado por una autonomía reducida. Harley tampoco ha comunicado los tiempos de recarga de las baterías, otro aspecto clave en los vehículos electrificados.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.