El Toyota y el Honda son más grandes, 4,6 metros frente a 4,4 de sus rivales, y aunque todos tienen unas plazas delanteras amplias y cómodas, se aprecia bastante atrás. El mejor es el Honda, que ofrece más altura y espacio para las piernas, y es el mejor para llevar tres adultos atrás. Le sigue el Toyota, menos desahogado en la zona de las rodillas, aunque con un respaldo regulable en dos posiciones.
El Hyundai es también amplio, pero más justo en altura y la zona de los hombros, y con un respaldo reclinable en varias posiciones. Y el Mazda acusa su menor tamaño y está más pensado para llevar solo dos adultos atrás: el espacio para las piernas es justo y se toca con la cabeza en los laterales del techo si viajan tres pasajeros.
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En los maleteros también dominan el RAV4 y el CR-V, con ventaja mínima del primero según nuestras mediciones. Les sigue el Tucson, que ofrece una buena capacidad, a pesar de perder litros con su doble fondo, y el del CX-30 es el más pequeño en volumen, pero con formas cuadradas y aprovechables. Los cuatro permiten plegar los respaldos y dejan el piso plano para llevar bultos grandes.
El mejor acabado es el de Mazda, con un estilo minimalista que a pesar de su simplicidad transmite mucha elegancia y calidad. El Toyota y el Honda están muy bien presentados, con un aspecto sólido y consistente, pero más convencional y algo apagado en el último. Y en el Hyundai prima la funcionalidad y tiene unos plásticos mejorables en el salpicadero y las puertas que le sitúan por detrás.
Los cuatro equipan suspensiones cómodas y progresivas que absorben bien todo, y resultan cómodos en viajes largos. Son muy silenciosos en ciudad y cuando se conduce a punta de acelerador, pero si se busca más brío, los dos microhíbridos, Mazda y Hyundai, mantienen su silencio de marcha, mientras los otros dos elevan el “tono de voz” al patinar el cambio.
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