El Peugeot ofrece más calidad al mismo precio

El Peugeot ofrece más calidad al mismo precio

Cuatro alternativas diferentes para resolver los desplazamientos familiares con un desembolso ajustado de unos 15.000 euros. Los modelos de esta prueba pueden cumplir como coches únicos de la casa, pero cada uno propone soluciones diferentes. Así, el Citroën C4 Cactus es un familiar a caballo entre un utilitario y un compacto; el Peugeot 308 SW es la versión ranchera del turismo francés; el Kia Soul es un todoterreno urbanita de diseño, y el Dacia Lodgy es un monovolumen medio low cost . Y cada uno se adapta a clientes y necesidades diferentes.



Conclusión


Triunfa el Peugeot,porque ofrece una buena calidad a precios de low cost. Tiene una imagen y un interior elegantes, es cómodo en los viajes e incluye un buen maletero. Le sigue el Kia a un solo punto, porque reúne el mejor motor, una buena calidad de conducción y el mejor equipo de serie, pero le falta maletero. El Citroën es el más indicado si se busca diseño y bajo consumo: cuesta más barato con todos los descuentos. Y el Dacia es una solución imbatible si se necesita espacio y siete plazas: nadie ofrece ambas cosas a precios tan asequibles.



Se impone el Peugeot, porque ofrece una calidad superior con precios similares. Si se considera solo el descuento oficial, es el más caro (16.750), pero al sumar el Plan PIVE y la promoción por financiar con la marca baja a 13.800. Y a pesar de ser una versión básica, es muy completo. Reúne una imagen moderna y elegante, un interior cuidado y las ventajas de las rancheras a la hora de cargar hasta el techo. Y añade un pequeño motor 1.2 tres cilindros turbo de gasolina, con 110 CV, que corre de sobra para viajar y gasta poco, sobre todo si no se le fuerza. En cambio, tiene un puesto de conducción que no se adapta bien a todas las estaturas y un asiento trasero mal diseñado que limita el confort.

El Kia Soul se queda a solo un punto del Peugeot penalizado por una imagen que genera más rechazo que alabanzas. Pero si se acepta su silueta de todoterreno vestido con la inspiración de los cómics manga japoneses, es un familiar muy completo y sorprende por su refinamiento. Destaca su tacto y calidad de conducción, que le alejan de la etiqueta low cost. Y ofrece una buena estabilidad y un interior atractivo que no desentona en calidad, aunque con un maletero pequeño que pierde espacio al integrar una bandeja poco práctica bajo el piso. Pero lo mejor es el precio: por 16.141 euros (con descuento) y 14.551 (con Plan PIVE y ayuda por financiación) ofrece un motor 1.6 turbodiésel de 128 CV que es el mejor por prestaciones y consumo.







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Peugeot 308 SW.




El Citroën C4 Cactus es el tercero y, al contrario que el Kia, tiene en el diseño su mejor argumento. Este familiar moderno y rompedor explora nuevos caminos para reducir precios, peso y consumos. Y permite combinar el color de la carrocería y las almohadillas de aire de protección (airbumps) para personalizarlo. En cambio prescinde de detalles importantes, como la apertura de las ventanillas traseras, y tiene un motor 1.2 de gasolina y 82 CV algo justo. Pero lo mejor es el precio, porque, aunque cuesta 15.500 euros con descuento, se queda en solo 11.750 con todas las ayudas (Plan PIVE y financiación).

El Dacia Lodgy es el más amplio y el único son siete plazas. Ofrece todas las ventajas de espacio y modularidad de los monovolúmenes, que le convierten en el más práctico como familiar. Pero le penaliza su carácter low cost, que se aprecia en la imagen y también en la calidad de acabado interior y en un equipo de seguridad inferior. En cambio, cuesta 15.630 euros (con descuentos), que se quedan en 14.130 con PIVE. Y no hay nadie que ofrezca tanto espacio por ese precio.

Conducción

Estos cuatro coches tan diferentes apenas tienen un punto en común: cuestan unos 15.000 euros. Y la diversidad se extiende a la mecánica. El Cactus y el 308 SW comparten el motor 1.2 PureTech tricilíndrico del grupo PSA con un cambio manual de cinco marchas. Pero mientras el del Citroën es atmosférico y rinde 82 CV, el otro suma un turbo y sube a 110 CV. El Soul y el Lodgy equipan dos turbodiésel: un 1.6 CRDi de 128 CV, el Kia, y el 1.5 dCi de Renault con 107 CV, el Dacia, ambos con caja manual de seis marchas.







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Citroën C4 Cactus.




El Cactus es el menos potente y, a pesar de ser el más ligero, se nota bastante. Acusa su baja cilindrada al acelerar, porque le falta fuerza. Y obliga a estirar las marchas y cambiar más a menudo para mantener el ritmo de sus rivales, sobre todo en las subidas y cuando se viaja cargado. Este mismo motor, pero con un turbo, se muestra mucho más consistente en el 308, que tiene más nervio desde bajo régimen y empuja con más brío hasta 4.000 vueltas. Además, lleva una tecla Sport que aporta una respuesta más rápida y contundente al acelerador. Y aunque tiene las marchas largas, viaja con bastante desahogo.







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Dacia Lodgy.




Los turbodiésel van muy bien, en particular el del Kia, que es más agradable y potente: tiene fuerza desde 1.800 vueltas hasta 4.000, se recupera muy bien y apenas exige reducir. Además, mantiene el ritmo en carretera, incluso a punta de gas, y es el más rápido de todos, tanto al acelerar como cuando se recupera en las marchas largas. El Dacia también circula con soltura y ofrece unas prestaciones muy parecidas a pesar de la diferencia de potencia, sobre todo en las marchas cortas. Pero después pierde algo de comba en quinta y sexta.

El Kia sorprende por su facilidad de conducción y muestra una agilidad notable. Entra muy bien en las curvas y obedece con precisión al volante con un cierto toque deportivo. El Peugeot es más largo y bajo, y la unidad de pruebas llevaba los neumáticos con más agarre. Así, ofrece un comportamiento muy bueno manteniendo el confort y destaca por su estabilidad y aplomo, tanto en curvas lentas como en las más rápidas, donde da mucha confianza. El Citroën tiene las suspensiones más blandas y se mueve más en las curvas, pero presenta un equilibrio razonable, aunque resulta menos ágil y eficaz que los anteriores en zonas viradas.







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Dacia Lodgy.




El Dacia es un monovolumen alto que recuerda por sus reacciones a una furgoneta. Acusa más las inercias y no es tan preciso ni aplomado como sus rivales. Y tiene un control de estabilidad muy alarmista que actúa antes de tiempo frenando el coche con una contundencia excesiva.

Todos frenan bien en distancias similares, pero el Kia ofrece una calidad de conducción superior, con un tacto más directo y refinado que se disfruta. Le sigue el Peugeot, con una calidad de coche superior, aunque el puesto de conducción exige adaptarse al coche y no al revés. Y cuesta encontrar la postura.

Consumos

Los diésel son más voluminosos, pero han gastado menos en la prueba. El Kia ha sido el mejor: apenas pasa de seis litros en conducción suave, sube a siete apurando las marchas y solo se acerca a ocho en ciudad (es el único sin start & stop).







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Kia Soul.




El Dacia consume igual a ritmos tranquilos, supera los siete apurando las marchas y no llega a ocho en ciudad. El Citroën y el Peugeot han gastado poco para ser de gasolina. El Cactus, gracias a su ligereza, no llega a seis litros en conducción tranquila y solo pasa de siete en ciudad y estirando las marchas. El 308 gasta seis litros en conducción suave, pero sube a ocho cuando se le exige y en tráfico urbano.

El Cactus y el 308 tienen las emisiones más bajas: 107 y 109 g/km de CO2. El Lodgy sube a 116, y el Soul, a 125.

Vida a bordo

El Dacia es el más amplio y práctico, porque ofrece las ventajas de los monovolúmenes, y el único con siete plazas, todas aptas para adultos. La tercera fila se pliega y se puede sacar para ampliar el maletero, lo que potencia la modularidad, su punto fuerte. Y tiene también el mejor maletero con diferencia, al menos si se utilizan solo cinco plazas, porque con las siete ocupadas es simbólico. Si se pliega también la segunda fila, su capacidad de carga se acerca a la de una furgoneta. Pero los asientos son muy básicos, no sujetan en las curvas y penalizan el confort.







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Dacia Lodgy.




El 308 tiene unas butacas delanteras más logradas, pero con un asiento trasero muy mejorable: lleva la banqueta corta y el respaldo muy vertical, lo que penaliza el confort atrás. Gracias a su mayor longitud, ofrece un maletero sobresaliente y la carrocería break permite cargar hasta el techo quitando la bandeja. Además, los respaldos se abaten con una tecla desde el maletero y dejan el piso plano. El Cactus es el más pequeño por fuera y se aprecia en la anchura delante y detrás. Junto al Kia, es el que ofrece más espacio para las piernas en las plazas posteriores, aunque los más altos tocan en los laterales del techo si viajan tres personas, como pasa en el Peugeot. Los asientos son básicos, aunque mejores que los del Dacia, pero el respaldo trasero solo se abate en bloque y limita su modularidad. Y tiene un maletero correcto, aunque con un borde de carga muy alto que exige levantar más los bultos. El Soul sorprende por su amplitud. Delante se va sentado en una posición elevada y atrás puede alojar sin agobios a tres adultos: la anchura y altura son suficientes y no lleva túnel de transmisión en el piso. Pero tiene el peor maletero: aparte de ser pequeño, lleva un cajón debajo del piso que no aporta ventajas y resta mucho espacio. Al menos permite plegar el respaldo trasero y deja el piso plano.







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Peugeot 308 SW.




El Peugeot es el mejor acabado y transmite una sensación de calidad superior, con un ambiente vistoso y mejores materiales y ajustes. El Kia resulta atractivo e incluye detalles a la última, como los altavoces integrados en las salidas de aire, y tanto la calidad de materiales como los ajustes y la solidez son correctos. El Citroën es moderno y aparente, pero busca tanto la simplicidad que presenta carencias destacables: no lleva cuentarrevoluciones ni agarraderos en el techo, las ventanillas traseras se abren solo en compás… y las pantallas de instrumentación, muy austeras, tampoco realzan un conjunto minimalista. En el Dacia no hay ausencias graves, pero es un low cost y se nota en la calidad de materiales, los ajustes y detalles como las costuras y otros. Y parece más cerca de un vehículo comercial que de un turismo.

Ese planteamiento se repite también en la insonorización, porque el Lodgy es el más rumoroso, tanto por mecánica como por filtrado de suspensiones y rodadura. Le sigue el Cactus, aunque es mucho más refinado, y el Soul y el 308 están en un escalón superior en sonoridad y confort, con unas suspensiones que absorben con más solidez.

Imagen y diseño

El Citroën tiene el diseño más moderno y original, con un frontal muy logrado y una gran personalidad. Y aparte de su imagen vanguardista parece más grande de lo que es. El Peugeot es el más largo y aporta una línea estilizada y una elegancia que transmiten más empaque.







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Kia Soul.




El Kia tiene silueta de todoterreno, pero rompe los moldes con un paquete de adornos que rejuvenecen su imagen, pero recargan su aspecto. Y el Dacia es un monovolumen de trazos rectos y paneles planos que busca la economía y solo destaca por su simplicidad.

El 308 tiene el diseño interior más elaborado y transmite una calidad superior. El Kia es muy original, pero menos elegante. El Cactus resulta moderno, pero demasiado simple y austero, y el Dacia es muy elemental.

Precios y equipamiento

El Cactus y el Lodgy son los más baratos incluyendo el descuento oficial: 15.500 y 15.630 euros. El Soul sube a 16.146, y el 308 SW, a 16.760. Pero con el Plan PIVE y la promoción por financiar con la marca, el Citroën se queda en 11.750 euros; el Peugeot, en 13.800; el Dacia, en 14.130, y el Kia, en 14.561.







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Citroën C4 Cactus.




A pesar de ser modelos básicos, no presentan carencias graves en el equipamiento de seguridad. Todos vienen con ABS, control de estabilidad ESP y sensor de presión de ruedas. Y salvo el Dacia, que solo incluye airbags frontales y laterales delanteros, suman los de las ventanillas. El comportamiento es seguro en todos, pero el Peugeot y el Kia son más ágiles y eficaces en curva. Les sigue el Citroën, menos preciso, y el Dacia acusa más las inercias y llega antes al límite.

El equipo de serie sorprende para sus precios. Aparte de la dotación de seguridad, todos vienen con aire acondicionado, ordenador de viaje, control de velocidad, start & stop (salvo el Dacia), cuatro elevalunas eléctricos (el Cactus, solo delante), bluetooth, USB y retrovisores eléctricos. El Peugeot lleva radio-CD (los otros, solo radio), pero el Dacia añade las siete plazas de serie y el Citroën incluye pantalla táctil y barras en el techo. Sin embargo, el más completo es el Kia, que suma llantas de aleación de 16 pulgadas (como el Lodgy), sensores de faros, cámara para aparcar y una garantía de siete años.

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