El Audi Q7 es la nueva referencia

Cuatro modelos camperos de gran tamaño con motor diésel, siete plazas y tracción 4×4. Ofrecen imagen y calidad, y sobresalen por su espacio, que los convierte en familiares muy prácticos

Se han convertido en los coches familiares más deseados y los mejor dotados para afrontar las vacaciones de Navidad, al menos cuando hay nieve en las estaciones. Los todoterrenos grandes de las marcas exclusivas triunfan en todo el mundo y son símbolo y reflejo del éxito, ya sea social o económico. Destacan por su aspecto imponente, ofrecen mucho espacio interior y su tamaño y sofisticación les hace muy cómodos para viajar.

Conclusión

Domina el Audi,que a pesar de su imagen continuista es el más homogéneo, con una conducción muy agradable, un comportamiento eficaz y las mejores plazas traseras. El Range destaca por su imagen potente, es muy cómodo y viene más equipado, aunque sale más caro. Y sorprende por su versatilidad en el campo. El Volvo aporta una imagen atractiva, el mejor precio y la tercera fila de asientos más utilizable, pero es el menos refinado. Y al BMW le penaliza el precio, pero es muy ágil, tiene las plazas traseras más anchas y una calidad mecánica excelente.

En esta prueba se enfrentan cuatro modelos de referencia, los Audi Q7 y el Volvo XC90, que acaban de llegar, y los Range Rover Sport y BMW X5, que llevan más tiempo. Todos equipan motores turbodiésel, cambio automático de ocho marchas, tracción 4×4 y siete plazas en tres filas (2+3+2).

Se impone el nuevo Audi Q7, que, aunque se parece demasiado al anterior, es completamente nuevo y ha adelgazado más de 300 kilos para mejorar el consumo. Destaca por su agrado y facilidad de conducción; tiene un motor y cambio impecables, un interior amplio y atractivo, y la mejor segunda fila de asientos para llevar a tres adultos atrás. Se vende con un motor 3.0 TFSi de gasolina y 333 CV (desde 67.570 euros). Y hay dos 3.0 TDi V6 turbodiésel de 218 y 272 CV (62.290 y 66.310).

El Range Rover Sport es el segundo en la prueba y mantiene su poderío estético con esa personalidad inconfundible que le distingue. Impresiona por su confort de marcha, sobre todo en viajes largos; transmite mucha seguridad y viene mejor equipado. Y sorprende por su versatilidad de uso, porque, al contrario que sus rivales, combina el lujo con unos recursos imbatibles cuando se sale del asfalto. Es algo más caro y cuenta con tres motores turbodiésel: 3.0 V6 de 258 y 306 CV (desde 68.700 y 80.900 euros) y 4.4 V8 de 340 CV (97.600). Además, hay un 5.0 V8 de gasolina y 510 CV (104.200).

El XC90 es el buque insignia de Volvo y acaba de relevar a su exitoso antecesor de 2001. Aporta una imagen original, con un frontal muy logrado que le diferencia, pero el lateral y la zaga son más impersonales. Destaca por su habitabilidad, con la mejor tercera fila de asientos y el maletero mayor tanto con cinco plazas como con siete. Además, es el único con motor de cuatro cilindros y tiene los precios más asequibles. Hay dos versiones 2.0 turbodiésel: D4 de 190 CV (desde 53.900 euros) y D5 AWD de 225 CV (59.471). Y tiene tres 2.0 turbo de gasolina: T5 de 254 CV (62.534 euros), T6 de 320 CV (70.633) y T8 Twin (híbrido enchufable) de 400 CV (79.950).

El BMW X5 supera al Volvo hasta que se valora el precio. Su punto fuerte es la mecánica, porque ofrece un motor y cambio impecables, un comportamiento equilibrado en el que destaca por su agilidad y unas plazas traseras anchas, aunque más justas en la zona de las piernas. Tiene cuatro versiones de gasolina: 35i de 306 CV (desde 52.199 euros), 40e (enchufable) de 313 CV (73.500), 50i de 450 CV (71.492) y M de 575 CV (137.150). Y otras cuatro turbodiésel: 25d de 231 CV (59.250), 30d de 258 CV (68.400), 40d de 313 CV (73.500) y M50d de 381 CV (104.250).

Conducción

Con más de dos toneladas de peso, cinco metros de largo y un centro de gravedad más alto que los turismos, no se pueden esperar comportamientos muy ágiles en estos coches. Pero, a pesar de sus limitaciones, los cuatro ofrecen prestaciones satisfactorias y una eficacia y seguridad muy notables, con diferencias de matiz.

Esta base de partida exige motores contundentes y salvo el Volvo, que tiene un 2.0 biturbo de cuatro cilindros y 225 CV, los demás equipan mecánicas 3.0 TDi de seis cilindros más refinadas, con 272 CV en el Audi y 258 CV en el Range y el BMW. Todos llevan cambio automático de ocho marchas accionable desde el volante (el Volvo, solo con la palanca) y permiten elegir diferentes modos de conducción, como Confort, Sport, Eco, etcétera, que varían la respuesta del acelerador y, en algún caso, hasta la firmeza de la suspensión. Así, los cuatro ofrecen prestaciones desahogadas para mover el peso, pero el Audi y el BMW son superiores, sobre todo al acelerar, y están igualados entre sí, como el Range y el Volvo en un escalón inferior.

El Audi Q7 es el más moderno y también el más homogéneo en conjunto, porque transmite con fidelidad todo lo que sucede entre el volante y el asfalto: da más confianza y tiene reacciones más nobles y predecibles. El BMW muestra un tacto muy directo en uso normal por autopista, con una dirección rápida y un tren delantero muy obediente. Pero en zonas de curvas se mueve más la carrocería, pierde algo de eficacia y no resulta tan equilibrado como el Q7. El Range se percibe diferente a todos, porque tiene un planteamiento intermedio entre estos coches y los todoterrenos puros. Así, balancea más a la entrada y salida de las curvas, aunque una vez que apoya se agarra bien y es muy agradable de conducir, con reacciones previsibles y sin sorpresas. El Volvo es el más completo en dispositivos de seguridad, pero se sitúa en el otro extremo del Audi porque transmite pocas sensaciones al conductor. La dirección filtra en exceso lo que pasa entre las ruedas y el asfalto y, aunque los movimientos de carrocería son contenidos, no muestra el aplomo de sus rivales.

Todos llevan equipos de frenos generosos, en especial el Audi, y paran sin apuros, a pesar del peso, incluso en puertos de montaña. En la práctica, se detienen en distancias similares y resisten bien los esfuerzos. La calidad de conducción es sobresaliente en todos, pero el Audi y el Range se sitúan un poco por encima: el Q7, por su carácter previsible, que hace que uno sienta como si lo hubiera conducido siempre, y el Range, porque tiene un tacto y suavidad muy refinados. Por último, en conducción 4×4 fuera del asfalto, el Range es muy superior, incluso sin el kit off-road (2.180 euros), que incluye reductora y le convierte en uno de los 4×4 más camperos del mercado. Los demás no están pensados para situaciones complicadas, aunque pueden circular con garantías por pistas de tierra y carreteras con nieve.

Consumos

Los consumos son casi idénticos en el Audi, el BMW y el Volvo: 8 litros en conducción suave y entre 10 y 11 en ciudad, estirando las marchas y si se viaja muy cargado. El Range consume algunas décimas más en carretera y puede llegar a 12 en tráfico urbano denso

Las emisiones de CO2 resultan bajas para el tamaño y peso de estos coches: 152 g/km el Volvo, 153 el Audi, 156 el BMW y 182 el Range.

Vida a bordo

La habitabilidad interior se beneficia del tamaño y es sobresaliente en todos, aunque con diferencias que dependen sobre todo de la configuración de asientos que se elija. Los cuatro modelos de esta prueba corresponden a las versiones de siete plazas e incluyen una distribución 2+3+2. Así, ofrecen dos grandes butacones delante que permiten viajar con una amplitud y confort excelentes. Pero la mejor segunda fila es la del Audi, que, gracias al mejor diseño del asiento del centro, permite alojar con más comodidad a tres adultos, aunque tiene un túnel de transmisión más alto y ancho en el piso. Le sigue el BMW, con una plaza central aceptable, pero es el más justo en espacio en la zona de las rodillas.

El Volvo es el que permite llevar las piernas en una posición más desahogada, pero el diseño del asiento central, pequeño y más duro, resulta poco utilizable. Y el Range, de hecho, está configurado atrás para dos pasajeros. La tercera plaza sirve solo para situaciones de emergencia y es el único que no permite deslizar la segunda fila hacia delante. La tercera fila es siempre justa y está pensada para niños, en especial en el Range y el BMW. En cambio, la del Audi y sobre todo la del Volvo son más utilizables y permiten alojar adultos en trayectos cortos y medios, aunque siempre desplazando hacia delante la segunda fila. Todos tienen maleteros grandes, al menos si se utilizan solo cinco plazas. Pero al margen de las cifras oficiales, muy optimistas, el más amplio según nuestras mediciones es el del Volvo y los demás resultan muy parecidos. Y aunque la capacidad se reduce al mínimo si se ocupan las siete plazas, el XC90 sigue siendo mayor que los otros. Por lo demás, el Audi y el Range tienen los mejores huecos, con posavasos y una repisa muy amplia en la zona del freno de mano, un apoyabrazos central con un cofre enorme, y bolsas grandes y prácticas en las puertas.

La calidad de acabados es sobresaliente en todos, como corresponde a modelos altos de gama de marcas exclusivas. Pero el Audi y el Range están un escalón por encima, tanto por los materiales como, sobre todo, por la presentación del conjunto; el primero, con un estilo más frío y ordenado, y el otro, por la clase, empaque y refinamiento de los modelos de lujo británicos. El X5 tiene el estilo convencional de todos los BMW y en el Volvo destaca la nueva pantalla central multifunción, que engloba todos los mandos del coche y exige cierta adaptación y demasiada atención para utilizarla mientras se conduce: no tiene accesos directos y se maneja de forma táctil pasando las pantallas como en los smartphones.

Todos absorben las irregularidades con una suavidad exquisita, pero el Range es el único que viene de serie con suspensión neumática, un plus en confort y refinamiento en todos los terrenos. La insonorización también es muy buena, y salvo el motor de cuatro cilindros del Volvo, menos fino y agradable al arrancar y cuando se acelera en marchas cortas, en los demás no se aprecia que son diésel.

Imagen y diseño

El Range y el Volvo son más originales. El primero aporta un diseño y personalidad inconfundibles, y fusiona los rasgos sólidos y cuadrados de los todoterrenos con la clase y elegancia de los británicos. El XC90 tiene un frontal exquisito y moderno en el que destacan la fuerza de la parrilla y la mirada afilada de los faros. El resto transmite robustez, pero con un lateral discreto y una zaga impersonal con mucha chapa.

El X5 se identifica con BMW por el frontal, de trazos limpios y estilo deportivo. Presenta una imagen sólida y elegante, pero con un lateral impersonal y una zaga más atractiva y elaborada que el Volvo. El Q7 mantiene el lujo discreto de Audi y un diseño continuista que parece una puesta al día. Transmite calidad y elegancia, pero no sorprende en nada.

En el interior domina el Audi, que es el más moderno y elaborado, y transmite mucha calidad. El Range tiene una personalidad muy definida, con un diseño sólido y sabor inglés. El BMW y el Volvo transmiten calidad, pero están por detrás. El primero es atractivo, pero no aporta nada nuevo; el XC90 es elegante, pero con un volante soso y un salpicadero de aspecto pesado.

Precios y equipamiento

Todos son caros, pero el Volvo lleva motor de cuatro cilindros y es más asequible: 64.376 euros. El BMW cuesta 70.780; el Audi, 72.410, y el Range Rover sube a 76.270.

El equipo de seguridad es muy completo: ABS, control de estabilidad ESP, sensor de presión de ruedas, seis airbags y el plus de la tracción 4×4, de serie en todos. El Audi y el Volvo añaden frenada de emergencia en ciudad y aviso de cambio involuntario de carril. Y el XC90 suma un airbag más de rodilla y lector de señales. Todos tienen un comportamiento seguro, pero el Audi es más ágil y fácil de conducir y el Volvo incluye más ayudas electrónicas que reducen riesgos.

Junto a los sistemas de seguridad, todos están muy bien dotados, porque incluyen cambio automático (ocho marchas), climatizador, sistema de información con pantalla táctil, control de crucero, equipo de música, botón de arranque, sensores de lluvia, faros y aparcamiento trasero y todo lo habitual. El Audi y el BMW añaden faros bixenón y llantas de aleación de 18 pulgadas (19 en el Range y el Volvo). Y salvo el modelo inglés, todos incluyen apertura eléctrica del portón trasero y retrovisores plegables eléctricos. El X5 tiene sensores delanteros de aparcamiento, pero el Range suma suspensión neumática, tapicería de cuero y navegador, opcionales en los demás.

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