Portugal debuta en el mundo de los superdeportivos con el Adamastor Furia. La primera internada del país en el segmento lo será por partida doble, ya que se ofrecerá tanto como versión de calle tanto como para competición en circuito.
Esta genética es algo que queda claro desde el primer vistazo. Su diseño es más propio de un coche de carreras que de un modelo de serie, un poco en la línea de lo que ocurre con el Aston Martin Valkyrie.
Como ocurre en este tipo de vehículos, presenta un frontal afilado y realmente bajo, en el que llevan la voz cantante las acanaladuras para permitir un flujo óptimo del aire. La aerodinámica es un aspecto muy cuidado, incluyendo cannards en los pasos de rueda delanteros, un habitáculo alargado con forma de cúpula, un alerón trasero fijo y un agresivo difusor.
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El primer superdeportivo portugués
Es capaz de generar una enorme carga aerodinámica, aunque esta varía en función de la versión. Como es lógico, la variante de carretera genera menos, 1.000 kilos cuando circula a 250 km/h, mientras que la de circuito, a la misma velocidad, llega hasta los 1.800 kilos.
Mide 4,56 metros de largo, 2,21 metros de ancho y 1,09 metros de alto; con una distancia entre ejes de 2,80 metros.
Sorprende su bajo peso, de tan solo 1.050 kilos en seco, algo que se debe en gran parte a que emplea un chasis monocasco de fibra de carbono. Un material que también está presente en la carrocería.
La mecánica del Adamastor Furia
El motor del superdeportivo se ha tomado prestado de Ford. Concretamente, monta el bloque 3.5 V6 biturbo de la compañía estadounidense, que desarrolla aquí una potencia de 650 CV y un par máximo de 571 Nm.
Se combina con una caja de cambios automática y con un sistema de tracción trasera para acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos, pasar de 0 a 200 km/h en 10,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de unos 300 km/h.
Calza llantas de 18 pulgadas envueltas en neumáticos delanteros de 265/645 y traseros de 315/675. Tras ellas se encuentra un sistema de frenos con discos delanteros de 378 milímetros de diámetro mordidos por pinzas de seis pistones y traseros de 356 mm con pinzas de cuatro pistones.
Está previsto que solo se produzcan 60 unidades del Adamastor Furia, que no será un coche precisamente barato: el precio de la versión de carretera es de 1,6 millones de euros más impuestos.
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