El McLaren Artura es un superdeportivo híbrido enchufable de 680 CV

El nuevo modelo, un cupé biplaza de imagen afilada, desarrolla prestaciones de vértigo, pero puede también gastar poco o circular en modo eléctrico.

McLaren Artura

El McLaren Artura declara un consumo de solo 5,7 litros en los primeros 100 kilómetros recorridos.

La historia de McLaren incluye modelos legendarios como el F1 de los años noventa, que fue el automóvil más rápido de su tiempo y también el primero que aplicó con profusión fibra de carbono en su construcción, y otros más modernos pero ya casi míticos como el P1 de 2013, una máquina que rondaba los 1.000 CV y tenía también la particularidad de estrenar la primera mecánica híbrida enchufable de la marca.

Esa mecánica, que entonces era testimonial, hoy se ha convertido en la mejor solución para reducir las emisiones de los superdeportivos y garantizar su futuro.

Y es precisamente lo que propone el nuevo Artura, el último cupé biplaza de la firma británica, que rinde 680 CV y desarrolla prestaciones fulgurantes, pero puede también circular en modo eléctrico sin emisiones.  

McLaren ha tenido que afrontar el reto de conseguir ajustar el peso, porque las mecánicas híbridas enchufables siempre suman kilos y pueden comprometer la manejabilidad y eficacia dinámica de estos superdeportivos. Para conseguirlo, han empleado el nuevo chasis MCLA (McLaren Carbon Lightweight Architecture), que utiliza la fibra de carbono en muchos elementos y la combina además con aluminio en otros, como varios componentes del motor de combustión. El resultado es un peso de 1.395 kilos en vacío, sin líquidos ni conductor, que rondará los 1.500 kilos en orden de marcha.

Para ayudar a contener los kilos, el módulo eléctrico tiene un tamaño pequeño. Así, su motor eléctrico solo rinde 95 CV (y 225 Nm) y se apoya en una batería también pequeña de 7,4 kWh. A pesar de sus reducidas dimensiones, el módulo de pilas permite circular hasta 30 kilómetros en modo sin emisiones, pudiendo alcanzar 130 km/h.

Como curiosidad, el McLaren Artura no tiene marcha atrás, sino que es el propio bloque eléctrico el que se encarga de girar al revés para permitir las maniobras en dirección contraria.

El propulsor térmico también es nuevo. Se trata de un 3.0 V6 biturbo abierto en 120 grados (en otros McLaren la ‘V’ es a 90º), lo que permite diseñar un motor más plano y rebajar el centro de gravedad del vehículo, un aspecto vital en deportivos de este calibre. Aporta 585 CV y 585 Nm de par máximo, y manda la potencia a las ruedas traseras vía una caja de cambios automática de doble embrague y ocho velocidades. 

A plena potencia, las prestaciones son espectaculares, porque acelera de 0 a 100 km/h en tres segundos, de 0 a 200 km/h en 8,3 y anuncia una velocidad máxima de 330 km/h.

Pero en el uso diario, el apoyo eléctrico ayuda también a ofrecer consumos razonables, 5,7 litros en los primeros 100 kilómetros recorridos.

Cuenta, como es habitual, con una suspensión electrónica que varía su dureza en función de los modos de conducción (Comfort, Sport y Track), así como con un sistema de frenos carbocerámicos.

Por el momento solo se conoce el precio del McLaren Artura para el Reino Unido, donde se comercializará por 182.500 libras, lo que al cambio actual suponen unos 210.000 euros. Las primeras unidades deberían entregarse en primavera y, por su autonomía eléctrica (menos de 40 kilómetros), en España le corresponde la etiqueta ECO de Tráfico, no la Cero.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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