Ferrari FXX-K Evo: el mejor Cavallino para el circuito

Solo los mejores modelos de Ferrari llegan a tener una versión con el apellido Evoluzione. Primero fue el FXX (basado en el Enzo), le siguió el 599XX (que partía del 599 GTB) y ahora le ha llegado el turno al FXX-K, variante basada en el LaFerrari: el Ferrari FXX-K Evo es una máquina de precisión que, eso sí, como sus predecesores será de uso exclusivo en circuito.

Los puntos principales sobre los que se articula el bólido son tres: aerodinámica, ligereza y potencia. Lo primero queda patente solo con echar un vistazo al modelo, ya que las formas del LaFerrari se han llevado un paso más allá, con nuevas canalizaciones para el aire y entradas y salidas de mayor tamaño. Además, cuenta con un fondo plano y un nuevo alerón trasero fijo (con una aleta central estilo F1) que une sus esfuerzos a los del retráctil que ya montaba el  modelo de calle. El resultado es una carga aerodinámica un 23% mayor en el FXX K.

A pesar de todos estos añadidos es más ligero que la versión inferior gracias a un nuevo tratamiento de la fibra de carbono. La marca no ha aclarado cuál es su peso final, aunque sí que se reparte 41/59 entre ambos ejes y, para tener una referencia, el FXX K pesa 1.165 kilos en seco.

Por último, el apartado mecánico. Aquí ha sorprendido la decisión de Ferrari de no introducir mejoras, y es que el deportivo se conforma con un sistema de propulsión híbrido que combina un motor eléctrico con un bloque 6.3 V12 de aspiración natural que entregan una potencia combinada de 1.050 CV y 900 Nm. Cuenta con un sistema de recuperación de energía KERS, que se puede activar desde el nuevo volante, uno de los cambios del habitáculo entre los que se incluye una cámara trasera de mayores dimensiones (6,5 pulgadas) y un nuevo sistema de telemetría.