El regreso del apellido Testarossa no es casualidad. Estrenado en 1956 en el 500 TR y convertido en icono absoluto con el Testarossa de 1984, simboliza décadas de innovación y deseo. En su versión del siglo XXI, Ferrari recupera esa herencia para combinar tradición y vanguardia, con un diseño inspirado en prototipos de los años 70 y una aerodinámica derivada de la competición. Sustituye al SF90 Stradale y rinde homenaje a uno de los nombres más legendarios en la historia del Cavallino Rampante.
Además, el nuevo Ferrari 849 Testarossa se convierte en el vehículo de serie de la marca italiana más potente de su historia, gracias a sus 1.050 CV.
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El corazón del 849 Testarossa es un V8 biturbo de 830 CV, acompañado por tres motores eléctricos que suman 220 CV adicionales. El resultado son cifras de vértigo: más de 330 km/h de velocidad punta y una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 2,3 segundos. Todo ello con la mejor relación peso/potencia alcanzada en un Ferrari de serie.

En el plano técnico, destacan soluciones como el alerón activo de nueva generación o el novedoso sistema de estimación FIVE (Ferrari Integrated Vehicle Estimator). Este invento de Ferrari crea un ‘gemelo digital’ del coche en tiempo real que replica en tiempo real su comportamiento y prepara los sistemas de control del vehículo para mejorar su dinámica. El trabajo aerodinámico, por su parte, logra una carga de 415 kilos a 250 km/h, un 25% más que su antecesor.

Diseño con reminiscencias
Con 4,72 metros de longitud, 2,3 de ancho y solo 1,22 de altura, el diseño exterior marca un claro salto adelante. Su silueta futurista, con doble cola trasera inspirada en el mítico 512 S, combina estética y funcionalidad: cada línea cumple una misión aerodinámica.
Incluso las puertas se convierten en conductos de aire activos, un guiño a la innovación que caracteriza a Ferrari.
Por su parte, el interior refuerza la experiencia inmersiva al volante, con un habitáculo ergonómico, un volante con mandos mecánicos y el emblemático botón de arranque, además de un nuevo sistema HMI que mejora la interacción entre conductor y máquina.

Todo ello sin renunciar a la conectividad y el confort, con opciones de personalización exclusivas y acabados de alta costura automotriz.
Prestaciones sostenibles
Más allá de las prestaciones, el 849 Testarossa introduce avances en sostenibilidad. El V8 emplea por primera vez aleaciones de aluminio reciclado en culatas y cárter, reduciendo hasta un 80% las emisiones de CO2 en el proceso de fabricación. Un paso significativo que demuestra que la deportividad y la responsabilidad medioambiental pueden ir de la mano.
El equipamiento Assetto Fiorano es una configuración opcional del 849 Testarossa, disponible bajo pedido, que reduce 30 kilos de peso e incorpora elementos aerodinámicos y de chasis específicos para uso en circuito. Una opción pensada para quienes buscan exprimir al máximo el ADN deportivo del nuevo ‘Cavallino Rampante’.

Con este modelo, Ferrari no solo firma un nuevo récord de potencia, sino que reinterpreta uno de sus iconos más célebres para adaptarlo al presente. El 849 Testarossa es más que un superdeportivo híbrido: es un manifiesto de lo que significa ser Ferrari en pleno 2025, donde tradición, emoción y tecnología conviven bajo un mismo emblema.
Ferrari 846 Testarossa Spider
El Ferrari 849 Testarossa Spider comparte con la versión coupé la misma arquitectura híbrida enchufable de 1.050 CV, combinando un V8 biturbo de 830 CV con tres motores eléctricos. Sin embargo, su seña de identidad es el techo rígido retráctil (RHT), que se abre o cierra en solo 14 segundos incluso en marcha y hasta 45 km/h, transformando la experiencia de conducción en una vivencia a cielo abierto.

Para garantizar el confort en modo descapotable, incorpora un cortavientos innovador y un sistema patentado de wind stop, que canaliza el aire a través de los asientos y reduce al mínimo las turbulencias en el habitáculo.

El Spider es ligeramente más pesado (1.660 kilos frente a los 1.570 kilos del coupé), lo que se refleja en unas décimas extra en la aceleración 0-200 km/h (6,50 por 6,35 segundos). También presenta una altura menor (1,19 metros por 1,22) y mantiene la misma distribución de peso 45/55. En definitiva, el Spider añade el placer de conducir al aire libre sin sacrificar la esencia radical y tecnológica del nuevo Testarossa.
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