Es el 50 aniversario de AMG y la marca se está tomando muy en serio crear expectativas. Con un anuncio aquí y allá de cuando en cuando, el plato principal de la celebración es el próximo hiperdeportivo de la marca, el Mercedes-AMG Project One. Hasta que llegue, cualquier dato que se da a conocer suscita gran interés y, teniendo en cuenta que en las últimas 24 Horas de Nürburgring se han desvelado detalles mecánicos, el hype está por las nubes.
Y no es para menos: la criatura contará con cinco motores. El principal será un propulsor derivado de la Fórmula 1, un 1.6 V6 sobrealimentado por turbo, que subirá hasta las 11.000 rpm (algo menos que las 14.500 vueltas que alcanzan los F1 actuales) y tendrá una eficiencia térmica del 43%; como contraprestación, habrá que revisarlo (con cambios de piezas incluidos) cada 50.000 kilómetros.
El turbo va asociado a un pequeño bloque eléctrico que evitará el retardo, haciendo que toda la potencia y el par (fuerza de empuje) estén disponibles en cada momento. A ellos se suman otros dos motores eléctricos, uno en cada rueda delantera, más un quinto asociado al cigüeñal. Los primeros datos apuntan a una potencia de algo más de 700 CV para el V6 y de unos 1.000 CV para el conjunto sumando los eléctricos.
Las baterías de 800 voltios empleadas con cuatro veces más grandes que las de los F1, pesan 99 kilos y le conferirán una autonomía en modo 100% eléctrico (durante el cual será solo tracción delantera con 240 CV) de entre 25 y 30 kilómetros. La idea es que su peso final no supere los 1.300 kilos.
Solo se fabricarán 275 Mercedes-AMG Project One, cada uno con un precio de 2,25 millones antes de impuestos, y la marca espera entregarlos todos entre 2018 y 2020.
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