Optimismo dentro de la lógica prudencia. El debut de Fernando Alonso con su nuevo equipo de Fórmula 1 ha creado unas expectativas que deberán refrendarse a lo largo de la temporada. Aunque en lo que existe una coincidencia unánime es en la impronta que el asturiano ha llevado ya a Aston Martin, la que será su última escudería en los grandes premios.
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Alonso es un trabajador incansable, riguroso, estricto, exigente y buscador constante de la excelencia. Aportaciones todas que deberían reflejarse en los resultados del equipo británico y que el piloto español ha querido empezar a explotar incluso con los coches de serie de la marca.
Aston Martin ha publicado un vídeo en sus canales en los que Alonso se enfrenta al desafío de encontrar una vuelta perfecta a un circuito. El mismo que asume cada vez que se sube a su monoplaza de F1, pero en esta ocasión con un imponente DBX707, que es el que utiliza como vehículo de calle desde su llegada a la escudería.
Alonso se refiere en el vídeo, grabado en inglés, a la búsqueda del límite como único camino hacia ese rendimiento ideal. “Sentir el ritmo, atacar y cuando se acerca el límite, la intuición surge”, explica el ovetense mientras controla el derrape del SUV más potente y dinámico de la marca.
El piloto también pone en valor en estas situaciones extremas el talento humano, recordando que los ordenadores pueden predecir lo que va a suceder pero que “un campeón puede mejorarlo”. Y siempre a base de constancia y esfuerzo, como demuestra el desenlace de esa búsqueda de la perfección con el DBX707.
Alonso apura cada centímetro del asfalto cuando por la radio le indican que es suficiente, que ya tienen ese registro anhelado y que regrese al box. Pero no para el bicampeón mundial, que siempre quiere un poco más… Así que su respuesta solo puede ser la de realizar otro intento, una nueva oportunidad para llevar esos límites hasta lo desconocido. Porque quizá la perfección no exista para quienes la ambición y la superación son un estilo de vida.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.