Apenas un mes después de mostrarse la variante cupé, el Bentley Continental GT Speed Convertible se presenta como una versión que combina las bondades dinámicas del Gran Turismo con la posibilidad de circular con el techo descapotado.
El diseño de ambas carrocerías es idéntico, con la salvedad de una capota de lona que cuenta con nuevos materiales aislantes para reducir de manera considerable el ruido percibido en el habitáculo, equiparando el aislamiento acústico al del Continental GT cupé de la generación previa.
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El nuevo modelo de lujo de Bentley está disponible en siete colores diferentes y su techo se acciona mediante un botón, desplegándose o replegándose en 19 segundos en un proceso que se puede llevar a cabo a velocidades de hasta 50 km/h.
El Bentley Continental GT Speed Convertible luce los elementos distintivos que ya presentaba la versión Speed de techo cerrado, como son los logos específicos en la carrocería, las parrillas oscurecidas y unas llantas de 22 pulgadas de diámetro disponibles en acabado negro o plateado.
En el habitáculo están presentes detalles como el volante forrado en Alcantara y calefactado, los pedales deportivos, las costuras con patrón de diamante, las molduras en negro lacado y madera, y, para garantizar el confort de los ocupantes también con el techo abierto, asientos calefactados y calentadores para el cuello.
El apartado mecánico del Bentley Continental GT Speed Convertible no varía respecto al del cupé. Monta un bloque 6.0 W12 biturbo que desarrolla 659 CV de potencia y 900 Nm de par máximo, asociado a una caja de cambios automática de doble embrague y ocho relaciones y a un sistema de tracción a las cuatro ruedas. Debido a un aumento de peso no concretado –necesario para reforzar la estructura y que esta mantenga la rigidez sin techo–, necesita una décima más para acelerar de 0 a 100 km/h (3,7 segundos), pero su velocidad máxima es también de 335 km/h.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.