McLaren lleva décadas creando deportivos de altos vuelos. Sin embargo, entre ellos destacan por encima aquellos que llevan un número uno en su apellido. El primer icono de esta saga fue el McLaren F1, le siguió bastante tiempo después del McLaren P1, integrante de la Santísima Trinidad junto al Porsche 918 y al Ferrari LaFerrari; y ahora llega su sucesor, el McLaren W1.
Y lo hace con un título que deja claro que está a la altura de sus predecesores: es el McLaren de calle más potente de la historia.
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Hijo de su tiempo, emplea un sistema de propulsión híbrido que tiene como corazón un bloque V8 de cuatro litros que cuenta con doble turbo y desarrolla una potencia de 928 CV y un par máximo de 900 Nm. A éste se suma un bloque eléctrico que va integrado en la caja de cambios automática de doble embrague y ocho velocidades, que añade 347 CV y 440 Nm adicionales.
El resultado es un rendimiento conjunto de 1.275 CV y 1.347 Nm de par máximo, lo que es suficiente para que acelere de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos, de 0 a 200 km/h en 5,8 segundos y de 0 a 300 km/h en 12,7 segundos. Además, su velocidad máxima es de 350 km/h.
La batería que alimenta al sistema es muy pequeña, pues solo tiene una capacidad de 1,384 kWh, por lo que puede circular hasta dos kilómetros en modo eléctrico. A pesar de ello, es suficiente para lucir la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico.
Un vehículo casi de competición, para la calle
El diseño del W1 es reconocible como parte de la familia de la marca británica y sigue el principio de que la forma sigue a la función.
La aerodinámica es un aspecto clave, con diversas piezas móviles entre las que se encuentra un alerón extraíble, llegando a generar hasta 1.000 kilos de carga cuando va a 290 km/h. También se ha hecho especial hincapié en la contención del peso, logrando un peso en vacío de 1.399 kilos.
Emplea el sistema Race Active Chassis Control III, cuenta con dirección con asistencia hidráulica, monta un sistema de frenos carbocerámicos con discos de 390 milímetros de diámetros mordidos por una pinza fija de seis pistones delante y por una pinza fija de cuatro pistones detrás, y calza neumáticos Pirelli Trofeo RS, de 265/35 R19 en el eje delantero y de 335/30 R20 en el trasero.
Como es habitual en estos casos, el McLaren W1 será un modelo de tirada limitada: solo se van a fabricar 399 unidades, cada una con un precio de partida de 2,4 millones de euros antes de impuestos. También, como suele ser común en estos casos, toda la producción ha sido adjudicada antes siquiera de la presentación oficial del vehículo.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.