La aerodinámica es clave en el desempeño de los coches, no solo en los deportivos, en cualquiera que pise el asfalto. Ayuda desde a mejorar la autonomía hasta a conseguir un rdnimiento mayor, pero ningún vehículo la ha llevado hasta el extremo que ha conseguido el McMurtry Spéirling.
Es un pequeño coche eléctrico que mide 3,45 metros, pesa una tonelada y emplea una mecánica que desarrolla 1.013 CV. Son datos sobresalientes, pero lo que hace que sea extremo es su aerodinámica, llevada tan al límite que puede quedarse pegado al techo, boca abajo, sin siquiera estar en movimiento.
Más información
Como una imagen vale más que mil palabras, la compañía ha demostrado de lo que es capaz:
¿Cómo es posible algo así? Es gracias a la aerodinámica del coche, que emplea un sistema patentado denominado Downforce-on-Demand, que es capaz de generar una carga aerodinámica muy superior a lo habitual según necesite el vehículo.
Utilizando unos potentes ventiladores, insuflaron suficiente aire en el sistema del deportivo como para que éste creara un vacío en la parte inferior, haciendo un efecto lapa que le dejaba pegado al techo.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram
Otro récord del mundo eléctrico para China: el Hongqi HS6 es el PHEV que llega más lejos
Coches con cámaras en lugar de retrovisores: las claves de una rareza que cada vez es más común