El nombre de Gordon Murray pasó a la historia del mundo de la automoción por ser el diseñador del McLaren F1, superdeportivo que nació en 1992. La propia marca británica desarrolló un sucesor para el icono con el Speedtail, pero su creador lleva años trabajando el su verdadero relevo dentro de su compañía, Gordon Murray Automotive, y por fin ha dado a conocer el resultado: el T.50.
Más información
Su diseño es afilado y recuerda, sobre todo en el frontal, al modelo de los noventa, con un morro muy bajo, grandes grupos ópticos, una gran superficie acristalada dando forma al habitáculo, puertas de apertura diédrica y una espectacular zaga en la que lo que más llama la atención es el enorme ventilador, que tiene un diámetro de 400 milímetros.
Éste es un elemento clave en la cuidada aerodinámica del vehículo y es que succiona el aire que pasa por debajo del deportivo, creando un efecto suelo que lo mantiene pegado al asfalto, aumenta mucho la carga aerodinámica y optimiza su comportamiento.
Se trata, además, de un vehículo de dimensiones compactas (lo comparan con un Porsche Boxster) y de peso muy ligero, marcando sobre la báscula apenas 986 kilos, gracias a elementos como el chasis monocasco de fibra de carbono de solo 150 kilos o la suspensión fabricada en aluminio.
A esa ligereza se suma el hecho de contar con una mecánica realmente potente, lo que resulta en unas prestaciones de alto rendimiento. Cuenta con un motor atmosférico 3.9 V12 diseñado por Cosworth que es capaz de girar hasta a 12.100 rpm, desarrolla 663 CV de potencia y 467 Nm de par máximo y va asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades, con las cinco primeras presentando relaciones cortas pensadas para mejorar la aceleración y la última para rodar en velocidad de crucero.
Gordon Murray Automotive ha buscado la pureza de la conducción, por lo que ha optado por una dirección muy directa y con poca asistencia, un diferencial de deslizamiento limitado, un potente sistema de frenos carbocerámicos Brembo con discos de 370 milímetros delante y 340 detrás. Además, está disponible la opción de desactivar los asistentes de conducción.
El interior es otro aspecto que hereda del F1, presentando una peculiar configuración de tres plazas con el conductor en posición central delantera (con un asiento personalizado para cada cliente) y un pasajero a cada lado. Esta decisión se debe, según la compañía, a que optimiza la visibilidad, el balance del vehículo y ofrece una mejor experiencia de inmersión en la conducción.
También condiciona la distribución de los elementos del salpicadero, con una esfera analógica en el centro, custodiada por sendas pantallas digitales. Aunque en este caso la capacidad del maletero no sea un aspecto clave, ofrece hasta 228 litros si viajan tres ocupantes.
Sólo se van a fabricar un centenar de ejemplares del T.50, cuya producción comenzará a partir de enero de 2022, y su precio antes de impuestos será de 2,36 millones de libras, es decir, 2,61 millones de euros al cambio actual.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram