Los navegadores necesitan una buena conexión a internet para funcionar correctamente. De lo contrario, el GPS puede acabar perdiendo la conexión y dejar de dar las correspondiente indicaciones al conductor, como sucede en la M-30 en Madrid.
Es un problema sufrido por muchos. La razón por la que algunos conductores, osbre todo aquellos que no conocen la zona, acaban saltándose la salida de los túneles de la M-30 es que, al bajar al corredor de la M-30, la cobertura desaparece.
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Pero el Ayuntamiento de Madrid ya ha buscado una solución a este problema, que afecta al tráfico en estos corredores desde hace años. Así, va a instalar un sistema de balizas conectadas que evitaran que los navegadores GPS pierdan la señal al entrar al túnel de la M-30 para que los conductores dejen de saltarse las salidas.
En concreto, la iniciativa pertenece a Madrid Calle 30 y se espera que esté operativa la primavera del año que viene. El objetivo es solventar la carencia de repetidores GPS de la estructura del túnel, que provoca que los navegadores pierdan la señal y, por tanto, su utilidad.
Toda la instalación estará supervisada por el área de Obras y Equipamientos municipal. El presupuesto destinado a mejorar la cobertura en el túnel de la M-30 es de 223.120 euros.
Cómo funcionan las balizas de la M-30
El funcionamiento de este sistema de balizas es relativamente sencillo. Cada una de ellas emite una señal de radio bluetooth que sirve para identificar la posición de cada dispositivo. Se colocará una cada ciertos metros a lo largo de todo el túnel, creando así una suerte de camino de semillas invisible que irá indicando la ubicación dentro del corredor.
Como consecuencia, los GPS (como Google Maps, Waze y similiares) podrán detectar la posición de cada baliza y ajustar la ruta sin perder la señal. De esta manera, se mejorará notablemente el tráfico en el túnel de la M-30 y la fluidez de la circulación.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.