El caos de los coches autónomos: solo hicieron falta 50 usuarios y una aplicación móvil para trolear a Waymo

El avance de los coches autónomos es continuo, pero lento. La tecnología avanza y, de manera paralela, se está dando forma a una legislación que actúe cuando haya accidentes con coches que no tienen conductor. Pero, hasta que todo esté a punto, es una tecnología que tiene sus luces y sus sombras, hasta el punto de que un grupo de bromistas con una premisa bastante sencilla pudo generar un caos importante.

Los hechos ocurrieron en julio, pero no ha sido hasta ahora cuando el cabecilla de la broma, Riley Waltz, ha explicado en un hilo de ‘X’ lo que sucedió: ¿qué ocurriría si un número amplio de personas requieren un viaje en coche autónomo en un mismo punto que, además, es una calle cortada? Uno de los primeros atascos de vehículos autónomos de la historia.

Consiguió reunir a 50 personas que, utilizando la aplicación de Waymo, pidieron un viaje a la misma hora en el mismo lugar, situado en San Francisco, Estados Unidos. Todos se congregaron allí a la espera de ver lo que pasaba y, conforme se iba acercando la hora, los coches autónomos empezaron a llegar.

Uno a uno se fueron apilando a la espera de que los usuarios se subieran a ellos, algo que no hicieron. Waltz comenta que fue como sentirse en el instituto otra vez, con un ambiente festivo en el que cada vez que aparecía otro vehículo todo el mundo se ponía a corear.

Explica que, de todos los coches que se presentaron, solo tres o cuatro tenían conductor, ya que la aplicación también ofrece un servicio de VTC estándar, pero que éstos no se molestaron, vieron la situación, se echaron a reír y salieron de allí.

El espectáculo no duró mucho, puesto que, a los 10 minutos de espera, al ver que los clientes no aparecían, los coches autónomos empezaron a marcharse y siguieron con su servicio. Como es habitual, se aplicó una multa de cinco dólares a los usuarios por no presentarse en el punto acordado y no hacer uso del coche.

Waltz comenta que la única consecuencia que derivó de la broma fue que Waymo bloqueó los viajes en el vecindario en un área de dos bloques hasta la mañana.