Guardado hasta ahora con el máximo secreto, el prototipo de coche autónomo 360c ha sido finalmente desvelado por Volvo. Se trata de un avance de los planes de movilidad que tiene proyectados la marca sueca para dentro de muy poco tiempo, en concreto a partir de 2020. De propulsión eléctrica, conducción autónoma y conectado, la maqueta inicial del 360c está ya muy definida, presentando unos acabados dignos de un modelo ya comercializado y aportando unas singularidades novedosas entre los coches conceptuales más vanguardistas.
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“El 360c explora la tecnología de conducción autónoma que va a transformar el mundo tal como lo conocemos. Las posibilidades son asombrosas», declaró durante la presentación Mårten Levenstam, vicepresidente primero de estrategia corporativa de Volvo Cars.
Y es que el nuevo vehículo plantea posibilidades nunca contempladas anteriormente. Disponible en cuatro configuraciones interiores diferentes (ocio, oficina, salón o dormitorio), podrá servir como robotaxi compartido en la ciudad, pero también como alternativa al avión en recorridos cortos. Evitando los desplazamientos hasta los aeropuertos, los horarios fijos de los vuelos y los engorrosos trámites de seguridad y embarque, el 360c transportará a sus pasajeros cuando lo deseen, de la forma más cómoda y de puerta a puerta hasta su destino, ganando tiempo y por un coste mucho menor que el del avión. Incluso Volvo vislumbra convertirse en proveedor de las líneas aéreas para estos nuevos servicios, a semejanza de los fabricantes aeronáuticos como Boeing o Airbus.
Esa es la idea del nuevo negocio de movilidad y Volvo trabajará en ella para tener disponible el vehículo en los inicios de la próxima década, cuando empiece a extenderse el Nivel 4 de la conducción autónoma. Y es que en 2025 un tercio de los modelos de la marca serán coches autónomos con esa capacidad autónoma. Iniciará este tipo de vehículos el próximo XC90, que llegará en 2022 y será fabricado en Estados Unidos sobre la nueva plataforma SPA2 (Scalable Product Architecture), que además ya permitirá dar el salto tecnológico hasta la máxima autonomía de Nivel 5, en la cual ya no será necesario el volante ni los mandos para el conductor, como es el caso del concept 360c.
Nuevo lenguaje para comunicarse con los demás
Fiel a sus principios, Volvo antepone en su proyecto la seguridad. Y en este ámbito el 360c aporta otra gran novedad que, según Malin Ekholm, vicepresidente del Centro de Seguridad Volvo, “propone establecer una nueva norma mundial que defina la comunicación de los vehículos autónomos con el resto del entorno”. Este nuevo lenguaje se basa en una combinación de luces, colores, movimientos y sonidos mediante los cuales el 360c comunica su presencia y sus intenciones a peatones, ciclistas y a los otros vehículos, sean o no autónomos. Volvo pretende universalizar este lenguaje para ser utilizado por todos los coches, sea cual sea su marca.
En el interior del 360c sus ocupantes disponen de todo tipo de comodidades y múltiples posibilidades de entretenimiento al convertirse su gran superficie acristalada en pantallas multifunción. La modularidad de la cabina ofrece la posibilidad de equipar asientos que se transforman de forma automática en una cama para viajar durmiendo y llegar frescos al destino. Ropa, comida, aseo… todo está previsto a bordo para ofrecer el vehículo de transporte particular más confortable. «El negocio del automóvil va a cambiar en los próximos años y Volvo debería liderar ese cambio en nuestra industria», sentencia Håkan Samuelsson, presidente y consejero delegado de Volvo Cars.
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