¿En qué consiste la técnica del doble embrague y por qué ya casi no se usa?

Antes muy importante en coches manuales, hoy casi extinta: así ha evolucionado en la era de las transmisiones automáticas.

Doble embrague
La técnica de doble embrague solo se puede hacer con coches manuales. | Getty Images

Durante décadas, la técnica del doble embrague fue una habilidad esencial para los conductores más experimentados, especialmente en vehículos con transmisiones manuales no sincronizadas.

Esta maniobra, que consiste en pisar el embrague dos veces durante un cambio descendente (una para sacar la marcha y otra para engranar la nueva tras igualar las revoluciones del motor con un pequeño toque al acelerador), permitía realizar transiciones más suaves y evitar daños en la caja de cambios.

El doble embrague era especialmente útil en camiones antiguos, coches de competición y deportivos clásicos, donde la sincronización entre motor y transmisión no estaba automatizada. Al acelerar ligeramente el motor entre cambios, el conductor lograba que las revoluciones coincidieran con la nueva marcha, reduciendo el desgaste de los engranajes y mejorando la respuesta del vehículo.

Doble embrague
Discos de un embrague.

Técnica en desuso

Sin embargo, con la llegada de las cajas de cambios sincronizadas y, más recientemente, de las transmisiones automáticas y de doble embrague (como las DSG, DCT o PDK), esta técnica ha perdido relevancia.

Las cajas modernas ya se encargan de igualar las revoluciones de forma automática, eliminando la necesidad de intervención manual. Incluso en vehículos deportivos actuales, el sistema ‘rev-matching’ realiza esta función electrónicamente.

Por eso, aunque la tecnología ha evolucionado, la técnica clásica del doble embrague ha quedado relegada a los nostálgicos del volante y a los entusiastas de la conducción pura.

Doble embrague
Este Porsche es antiguo, deportivo y manual; ideal para practicar el doble embrague.

En coches automáticos

Paradójicamente, el término ‘doble embrague’ también se utiliza hoy para referirse a un tipo de transmisión automática avanzada que emplea dos embragues separados para gestionar las marchas pares e impares.

Este sistema, presente en modelos de BMW, Volkswagen, Porsche o Ford, permite cambios ultrarrápidos y sin interrupción de potencia.

Prueba BMW 220 Gran Coupe
Cambio automático de doble embrague y siete velocidades de BMW.

A pesar de sus ventajas, las transmisiones de doble embrague modernas también enfrentan críticas: su mantenimiento puede ser costoso, son más sensibles a fallos electrónicos y, en condiciones de baja velocidad o tráfico denso, pueden resultar menos suaves que una automática convencional.

Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram

Newsletter ElMotor

Recibe la newsletter de EL MOTOR con toda la actualidad del mundo del automóvil y la moto, tecnología, seguridad, conducción y eficiencia.

Apúntate

Servicios ELMOTOR

Encuentra los mejores talleres, seguros, autoescuelas, neumáticos…

BUSCAR
Cerrar

NEWSLETTER

Toda la actualidad del mundo del automóvil y la moto, tecnología, seguridad, conducción y eficiencia en tu buzón de correo.

¡Me interesa!
Por ahora no