Cuando la mayor parte del sector de la automoción está centrada en el futuro más inmediato, que pasa por los coches eléctricos, Goodyear ya está apuntando un poco más allá: los coches voladores. Su última creación es el Goodyear Aero, un prototipo de neumático-hélice que presentado en el Salón de Ginebra 2019 con una peculiaridad sorprendente.
Cuando el coche va rodando, actúan a modo de neumático convencional, pero también pueden separarse del suelo. Sus radios interiores cumplen dos funciones: por un lado, aguantan el peso del vehículo y, a la hora de echar a volar, haces las veces de aspas, actuando como rotores que permiten que el coche se eleve.
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Además, los Goodyear Aero utilizan un sistema de propulsión magnética, lo que permite reducir la fricción, consiguiendo unas velocidades de rotación muy altas, tanto al circular por carretera como cuando las ruedas se colocan en paralelo al suelo para remontar el vuelo.
Los Goodyear Aero además combinan detectores de fibra óptica para evaluar la calidad del firme y una Inteligencia Artificial que emplea las comunicaciones coche-a-coche (V2V) y coche-a-infraestructura (V2I) para recomendar al conductor cuándo utilizar un modo de funcionamiento u otro.
“Dado que las compañías de movilidad buscan en el cielo la respuesta a los desafíos del transporte urbano y la congestión, nuestro trabajo en arquitecturas y materiales avanzados para neumáticos nos llevó a imaginar una rueda que podría servir como un neumático tradicional en la carretera y como un sistema de propulsión en el cielo», asegura Chris Helsel, director de Tecnología de Goodyear.
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