El robo de ruedas es una práctica muy extendida porque en la mayoría de los coches se trata de un proceso muy sencillo: basta con usar un gato para elevar el vehículo, aflojar las tuercas de cada llanta con la herramienta correspondiente y luego dejar el automóvil sobre unos ladrillos. Las tuercas de seguridad tampoco son eficaces del todo, por lo que Ford ha creado una solución bastante ocurrente.
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La firma estadounidense ha decidido aprovechar las posibilidades de la impresión 3D para crear tuercas con patrones específicos para cada vehículo, cada uno con su correspondiente llave única y que no sirve para ningún otro coche.
Una grabación de un segundo de la voz del cliente sirve para crear un diseño en forma de ondas de sonido. Después se utiliza esta base para crear tanto la muesca de la tuerca como la de la llave que permite operarla.
Ambos elementos se fabrican en una sola pieza y son separados después. De esta manera, cada usuario tendrá un diseño exclusivo de tuerca y llave, lo que hace que un ladrón no pueda utilizar herramientas convencionales para desmontar las ruedas. Y no solo eso, la hendidura está creada de tal manera que se ensancha cuanto más profunda es, por lo que tampoco se puede realizar una copia en cera ya que se rompería al desmoldar.
Raphael Koch, ingeniero de investigación de materiales y procesos avanzados de Ford Europa, expone la importancia de esta propuesta: “Para un conductor, una de las peores experiencias es encontrarse su vehículo estacionado sin las cuatro ruedas. Algunas de esas llantas de aleaciones especiales cuestan miles de euros. Gracias a la unicidad de los sistemas de tuercas de seguridad de Ford, los ladrones no podrán robar las ruedas. Reforzar la seguridad de las ruedas y ofrecer un mayor grado de personalización son solo dos ejemplos que demuestran el potencial de la tecnología 3D aplicada a la producción de coches”.
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