Tras cuatro años de desarrollo, el BMW iX5 de hidrógeno ha sido presentado ya en su versión definitiva y lista para empezar a rodar. La flota, de unos 100 vehículos, se empleará a escala internacional con fines de demostración y ensayo para diversos grupos destinatarios.
El BMW iX5 Hydrogen, desarrollado sobre la base del actual BMW X5, se presentó por primera vez como prototipo en 2019. Y Múnich es donde la marca alemana produce los sistemas de pila de combustible de alta eficiencia para esta flota.
¿Cómo funciona su mecánica?
BMW adquiere las pilas de combustible individuales a Toyota, y es que ambas empresas investigan juntas este sistema de propulsión desde 2013.
En ese sistema de combustión, se produce una reacción química entre el hidrógeno gaseoso de los depósitos y el oxígeno del aire. Por eso, se debe mantener un suministro constante de ambos elementos a la membrana de la pila de combustible para la eficacia del sistema de propulsión.
La unidad motriz integrada en el eje trasero (motor eléctrico, transmisión y la electrónica de potencia) se combina con una batería desarrollada para este vehículo y desarrolla una potencia máxima de 295 kW (401 CV). Esta mecánica utiliza la tecnología BMW eDrive de quinta generación. En las fases de marcha por inercia y frenado, el motor también actúa como generador y devuelve la energía a la batería.
El hidrógeno permite repostar rápidamente
El hidrógeno necesario para alimentar la pila de combustible se almacena en dos depósitos de 700 bares fabricados en plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP). Juntos contienen casi seis kilogramos de hidrógeno, suficiente para dar al BMW iX5 Hydrogen una autonomía de 504 kilómetros en ciclo WLTP. Llenar los depósitos de hidrógeno sólo lleva entre tres y cuatro minutos.
Respecto a sus prestaciones, acelera de 0 a 100 km/h en menos de seis segundos y alcanza una velocidad máxima de más de 180 km/h. Su consumo de hidrógeno es de 1,19 kg/100 km.
El futuro para BMW
El plan de BMW es reducir las emisiones de CO2 por vehículo a lo largo de todo su ciclo de vida –es decir, la cadena de suministro, la producción y la fase de uso– en al menos un 40% para 2030 en comparación con 2019.
BMW vendió más de 215.000 vehículos eléctricos en todo el mundo en 2022, lo que representa un aumento respecto al año anterior de casi el 108%. Los vehículos sin emisiones representaron algo menos del 9% del volumen de ventas el año pasado, y se prevé que esta cuota aumente hasta el 15% este año.
Para 2030, como muy tarde, BMW quiere llegar que los vehículos eléctricos representen más del 50% de sus ventas totales.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.