El truco más eficaz para detectar si un coche de segunda mano ha sufrido daños

Al comprar un coche de segunda mano es necesario tener en cuenta varios factores. Desde la salud mecánica del vehículo hasta el estado de conservación del interior y la carrocería, pasando por la documentación.

Para no llevarse una sorpresa desagradable tras la compra, hay que fijarse bien en los detalles. Da igual si se compra a un particular o a una compañía, muchas veces resulta difícil averiguar con certeza cuál ha sido el uso previo y cómo ha cuidado el coche el propietario anterior.

Para revisar la carrocería y no pasar por alto posibles golpes o desperfectos, hay que seguir estos consejos:

• Mirar con perspectiva y de todos los ángulos, para notar los posibles cambios de tono en la pintura, pues esto significa probablemente que la chapa ha sufrido un arañazo.
• Revisar los filos de las puertas, el maletero y el capó para ver las marcas que deja la cinta usada para pintar el coche.
• Siempre revisar el coche en un lugar claro y sin sombras, para mejorar la visibilidad.

Sin embargo, nada de esto servirá para medir el grosor de la pintura con exactitud. Esto es importante, ya que si el coche ha sufrido golpes podría no estar reparado adecuadamente. Por ejemplo, se podría haber colocado masilla para rellenar el desperfecto. Existen aparatos que pueden ayudar al comprador con esta tarea.

¿Qué es un medidor de espesor?

Un medidor de espesor es un aparato portátil y pequeño, pero muy útil cuando se quiere comprar un coche de segunda mano. Su función es detectar y determinar cuántos milímetros de pintura tiene el coche. Estos aparatos funcionan por micras (µm), una unidad de longitud equivalente a la milésima parte de un milímetro.

Para tener una referencia, un coche nuevo (es decir, sin golpes) debería tener en su estructura entre 100 a 200 micras. Uno de segunda mano, que ha sufrido algún golpe y ha pasado por el taller, registra un número más alto de micras: de 300 a 400. Esa es la medida límite. Pasadas las 400, quiere decir que ha sufrido alteraciones y se ha repintado. Este vídeo explica el modo de empleo de un medidor de espesor.

Los rangos de precios de un aparato como este van desde los 20 a los 100 euros. A continuación, un repaso de algunos productos interesantes.

Miniprobador de pintura de coche // 24,29 euros

Este probador de recubrimientos, recubierto de plástico ABS, es una versión mini y pesa solo 80 gramos. Es fácil de usar, cuenta con apagado automático y permite una detección rápida y eficaz del grosor de la pintura de los coches.

Cómo usar un bolígrafo imantado

Los bolígrafos magnéticos o imantados también son herramientas muy útiles para detectar problemas en la carrocería. Se pueden encontrar fácilmente en internet, como en Amazon, por un precio que va desde los apenas 11 euros hasta los 17.

Básicamente, hay que pasarlo por las zonas de la carrocería del coche que puedan haber sufrido un golpe. Al acercar el bolígrafo, este quedará ‘pegado’ por el efecto del imán hacia el coche. Al separarlo, habrá que fijarse en el medidor colocado en el boli para averiguar qué material hay debajo de la pintura.

Con esta información en la mano, el futuro comprador puede negociar mucho mejor el precio del coche usado. Además, sabiendo que el vehículo ha estado involucrado en un incidente, se podrá prestar atención a otros posibles daños, evitando una mala compra.

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