El robot ‘invisible’ que recarga los coches eléctricos

Volterio es un sistema que acopla un robot en los bajos del coche que reconoce las bases de carga inalámbrica y se conecta a ellas.

Volterio
La placa desarrollada por Volterio y Continental, a la que se conecta un robot instalado en los bajos del coche.

Las compañías del sector de la automoción continúan investigando maneras de mejorar la recarga de los coches eléctricos. La última propuesta es la de Volterio, compañía que cuenta con el apoyo de Continental, que está desarrollando un robot-cargador automatizado.

Actualmente existen dos tipos básicos de recarga. El más habitual es de las estaciones clásicas, a las que hay que enchufar físicamente el vehículo mediante cables. La otra son los sistemas de carga por inducción, en los que basta con colocar el coche sobre una base para que comience a rellenarse la batería.

Ambas tienen sus pros y sus contras, que hacen que ninguna de las dos sea perfecta. Así, mediante cables el flujo de energía es mayor y más estable, pero el proceso resulta algo engorroso, sobre todo en cargadores públicos. La tecnología inalámbrica es más práctica, pues solo hay que aparcar sobre la plataforma, pero se trata de un sistema mucho más ineficiente y lento.

Con Volterio se busca aunar las ventajas de ambos conceptos y dejar atrás los inconvenientes. A simple vista el sistema es muy similar a un puesto de carga inalámbrica, puesto que mantiene una base que va situada en la plaza de aparcamiento. Lo innovador, sin embargo, es que el coche eléctrico lleva instalado un robot oculto en los bajos que se encarga de llevar a cabo la conexión física.

Cargador inalámbrico

Ambos componentes se reconocen entre sí y el robot ‘busca’ la base, pudiendo corregir alineaciones de hasta 30 centímetros. Por esta razón, no hace falta dejar el coche en una posición perfecta para el correcto funcionamiento, como sí ocurre con los cargadores inalámbricos. Además, el conector tiene una forma cónica que facilita la conexión sin que importe el ángulo.

La compañía Volterio argumenta que, además, juega a su favor el hecho de que el robot puede instalarse en modelos eléctricos antiguos, por lo que podría ser compatible con todos los coches sin emisiones (también los híbridos enchufables) del mercado.

Todavía se trata de un prototipo, pero está previsto que para mediados de año ya se presente el modelo de producción definitivo. El objetivo es comenzar la producción en masa en 2024.

En casa y en el aparcamiento

Al mercado llegarán dos variantes del producto de Volterio. La primera, pensada para aparcamientos doméstico, tendrá una potencia de 22 kW, pero también se desarrollará una pensada para estacionamientos públicos, donde las paradas son más cortas, con 40 kW.

“Nuestro robot de carga es un paso real para hacer que la movilidad eléctrica sea más conveniente y adecuada para el uso diario”, sostiene Christoph Falk-Gierlinger, director gerente de Continental Engineering Services. “Con Volterio tenemos el socio ideal para desarrollar una solución eficiente y simple para cargar vehículos eléctricos. A través de esta cooperación, estamos combinando la creatividad y la flexibilidad de una empresa joven con la experiencia en desarrollo y la experiencia en automoción de Continental”.

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