Un concesionario de Tempe (Arizona) sufrió hace unos días las consecuencias de la fuerza de la naturaleza: una gran palmera se desplomó sobre varios coches nuevos estacionados en la calle a causa de las lluvias y los fuertes vientos del área de Phoenix.
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La meteorología en esta época es allí muy extrema, y en los días pasados se han registrado vientos de más de 80 km/h, además de granizo e inundaciones repentinas.
En las imágenes, se puede ver el árbol de gran tamaño desplomándose sobre un Lexus RX450h, un Acura MDX y sobre el capó de un Toyota 4Runner.
Aunque el alcance de los daños a los vehículos no queda muy claro, los techos parecen resistir notablemente bien el peso que cae sobre ellos.