Como en ‘Destino final’: cae una rama gigante, se incrusta en el parabrisas y el conductor queda así

Hay veces que el destino interviene en los accidentes. Hay algunos sucesos que podrían acabar en una desgracia y, sin embargo, el desenlace se concluye con un “qué suerte hemos tenido”.

Esta vez ha ocurrido en La Plata, en Argentina, en un suceso de esos que dejan helados a los protagonistas de la historia. La casualidad hizo que esta historia haya tenido un final más o menos feliz, teniendo en cuenta lo acontecido.

Un conductor se encontraba circulando en su coche, un Ford Focus gris oscuro, con sus dos hijos sentados en las plazas traseras. Conducía por la zona del Bosque de La Plata a últimas horas de la tarde cuando, de repente, una enorme rama se clavó en su parabrisas.

El palo atravesó repentinamente el cristal, quedando incrustado. La mitad de la rama seca, como se ve en las imágenes, acabó dentro del vehículo. Probablemente, se desprendiera del árbol justo cuando el Focus pasaba por ahí debido a la edad del árbol.

“Me salvé por 30 centímetros”

Por suerte, lo hizo en el lado del copiloto y no del propio conductor, ya que habría sufrido graves heridas como consecuencia del impacto. El asiento de su lado, milagrosamente, iba vacío, ya que no viajaba con su mujer. Los hijos, que iban en los asientos de atrás, no sufrieron ningún daño.

El hombre explicó a los medios argentinos que conducía a una velocidad de entre 30 y 40 kilómetros por hora cuando, de la nada, la rama impactó contra el parabrisas. Según relató, el palo tenía unos cuatro o cinco metros de largo.

Dentro del coche entró solo una pequeña parte de la rama, mientras que el resto cayó en la carretera. “Me salvé por 30 centímetros”, celebró. La escena parece sacada de las películas Destino Final, aunque por suerte no hubo que lamentar ningún herido, más allá del coche, que acabó con el parabrisas hecho añicos.