Las llantas están entre los objetos más codiciados por los ladrones de coches. Para evitar ser víctima de ellos, hay quien apuesta por las tuercas antirrobo: un sistema tan especial que necesita sus propias herramientas. ¿Qué ocurre cuando el dueño del vehículo la pierde y tiene que cambiar los neumáticos?
Las marcas suelen usar tuercas universales: con una llave de tubo estándar (también conocida como llave de vaso) se pueden manipular. Las antirrobo, sin embargo, tienen un cabezal único. Por ello, los propietarios de los coches equipados con ellas reciben una especial: ella es la única con la que se pueden apretar o aflojar.
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Esta es la razón por la que es básico no perder la llave especial. Sin ella, los neumáticos no se podrán montar y desmontar porque es una herramienta diseñada para esas tuercas antirrobo.
Para aquellos propietarios despistados que no saben dónde está esta llave especial es el vídeo que ha subido un mecánico a TikTok. El profesional explica que uno de sus clientes llevó el coche al taller: no tenía la herramienta y no podían desmontar la rueda.
Para quitarla, optó por insertar un vaso de 19 milímetros sobre la tuerca antirrobo y, a continuación, la golpea con un martillo y una maza: el objetivo es deformarla para que se quede encajada. Después coloca la llave, da unos cuantos golpes más y consigue girarla para sacarla.
Esta técnica tiene, eso sí, una cara B. Puede que el mecánico recupere el vaso, pero la tuerca antirrobo se habrá echado a perder y ya no cumplirá con su función. El dueño del coche, por lo tanto, tendrá que comprar otra: el precio a pagar dependerá del modelo elegido.
Comprar una tuerca antirrobo
A la hora de adquirir una tuerca antirrobo hay que tener en cuenta que su calidad depende del material con el que ha sido fabricada. Conviene apostar por una que sea resistente porque si no, su cabezal podría ser forzado sin mucho problema.
Además, tiene que ser compatible con el modelo en cuestión y el montaje es parecido a la de las convencionales. Eso sí, debe llevarse a cabo con la herramienta facilitada por el fabricante de la tuerca antirrobo para no forzar el sistema.
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