Existen países con sistemas sanitarios en los que, a diferencia de España, todo el coste del servicio corre a cuenta del paciente o usuario. Esto se traduce en facturas kilométricas que, costando miles y miles de euros (o más bien, dólares), el afectado puede tener problemas en pagar.
El lector quizás haya deducido que estas líneas hablan de Estados Unidos, donde la última historia sobre el servicio y el precio de las ambulancias ha dejado claro que el uso de estos vehículos es extremadamente costoso.
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Todo empieza cuando Jagdish Witten, de California, fue atropellado. Aunque las lesiones no eran graves, tenía que ir a urgencias, ya que sufrió un golpe en la cabeza. Conocedor del precio del servicio de ambulancias, pidió a sus amigos que lo acompañaran en coche hasta el hospital.
Allí, le dijeron que tenían que trasladarlo a otro centro hospitalario con servicio de traumatología: no le quedó más remedio que subirse al vehículo medicalizado del hospital. Recorrer apenas 10 kilómetros en ambulancia se convirtió en una factura con un precio de 12.872,99 dólares o 12.231,21 euros.
Witten reclamó a su seguro de salud, pero este contestó que el servicio no entraba dentro de su catálogo de coberturas. Después de luchar, este californiano consiguió que la compañía cubriera parte del gasto.
El precio de las ambulancias
El servicio de ambulancias en España está regulado de manera diferente y, desde hace algún tiempo, impera el copago. Es decir, si el traslado del enfermo está justificado, el paciente no tendrá que abonar el precio del desplazamiento en ambulancia. Sucede lo mismo con las urgencias, que son gratuitas.
En situaciones no urgentes en las que se prefiera utilizar el servicio de una ambulancia, habría que contratar una privada, teniendo que asumir el coste al no estar contempladas por la Seguridad Social. Eso sí, hay seguros privados que prevén este tipo de gastos.
Ambulancias atendiendo una emergencia
Cuando estén prestando servicios de emergencias, las ambulancias podrán sobrepasar los límites de velocidad sin consecuencias. Es decir, no pagarán una multa por exceso de velocidad. Por lo tanto, en caso contrario, el conductor a bordo de un vehículo de este tipo será sancionado como si fuera un vehículo ordinario.
¿Los vehículos particulares que atiendan una urgencia también disfrutan de estas excepciones? No, en parte porque no disponen de sistemas de señalización acústica y luminosa para avisar al resto de usuarios de la vía. En caso de sufrir una emergencia y tener que utilizar el coche, habrá que respetar las normas de circulación.
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