Es tan bueno como antes pero ahora más ‘inteligente’

Opel ha actualizado el Insignia que lanzó en su primera generación a finales de 2008. No se trata de una remodelación profunda, básicamente porque el producto era ya tan convincente que tan sólo ha exigido ciertos retoques para continuar como una de las opciones más interesantes dentro del segmento de las berlinas familiares.

Con ligeras modificaciones en su frontal y zaga, apenas perceptibles, el Insignia sigue siendo un automóvil agradable a la vista y elegante, muy resultón en cualquiera de las carrocerías disponibles. Dentro se mantiene la calidad ya conocida en los productos de la marca alemana, pero ahora con una diferente disposición de salpicadero y mandos, más funcional e inteligente. Y es que la apuesta por una relación más sencilla entre el conductor y el vehículo es clara, incluyendo una serie de sistemas telemáticos que nos hacen incluso más fácil la vida a bordo.

Por lo demás, nada que objetar a un motor turbodiésel de potencia suficiente y menos aún a un chasis de magnífico comportamiento.