Los planes de futuro de Mazda incluyen SUV para mercados específicos, y ahora acaba de presentarse el CX-50, un todocamino de corte cupé que disfrutarán en exclusiva en Estados Unidos. A Europa, en cambio, llegarán los CX-60 y CX-80.
El modelo de Mazda sigue una línea similar a la del CX-30 que se comercializa en España, pero en un formato de mayor tamaño (aunque no se han desvelado sus dimensiones) y con un carácter todavía más campero. Es algo que salta a la vista, puesto que las protecciones inferiores de plástico características de este tipo de vehículos tienen un mayor volumen y, además, están reforzadas con secciones de aluminio tanto en el frontal como en la zaga y los laterales.
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Otros elementos que refuerzan esta sensación son las barras del techo, que permiten la instalación de una sólida plataforma para transportar bultos, o la elección de los colores para la carrocería, entre los que destaca el Zircon Sand (en las imágenes).
El habitáculo presenta una imagen sofisticada, con materiales de buena calidad como el cuero, que tapiza los asientos y también forra el salpicadero y los paneles de las puertas. Su cuadro de instrumentos es digital, aunque se ha optado por un formato clásico, con una configuración en tres relojes. La consola central, por su parte, inserta la pantalla táctil en la parte superior del salpicadero.
Su oferta de motores, al menos de lanzamiento, estará limitada al motor gasolina 2.5 Skyactiv-G en versiones atmosférica y turbo. Asumiendo que su rendimiento será idéntico al que entrega en el CX-5, el primero debería desarrollar 190 CV y el segundo 254 CV, aunque todavía no se han confirmado.
Eso sí, la marca japonesa adelanta que en los meses siguientes a su lanzamiento, que está previsto para primavera de 2022, se sumarán más alternativas mecánicas, incluyendo opciones electrificadas.
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