Los coches rusos: una historia de lujo, rudeza y plagios

Las marcas de origen ruso se fraguaron en plena era soviética y, al no tener que rivalizar con las extranjeras, coparon el mercado interior de la antigua URSS. Gozaron durante décadas de popularidad y prestigio. Y aunque el automóvil fue durante muchos años un lujo que muy pocos pudieron permitirse, destacaron sobre todo los modelos destinados a las clases dirigentes.

En las grandes ocasiones aparecían en la prensa occidental viajando a bordo de limusinas cuya apariencia no podía negar una clara inspiración estadounidense.

Valga como ejemplo el fabricante GAZ (Gorkovski Avtomobilny Zavod), que a día de hoy ha recuperado su nombre anterior a la era soviética, Nijni Novgorod. Ahora se centra en la producción de camiones y autobuses, pero también fabrica turismos destinados al mercado interior.  

Inspiración americana 

Pero no siempre fue así. A mediados de los años cincuenta del siglo pasado, GAZ recibió el encargo de desarrollar un vehículo destinado a la élite política, para lo que se imitó directamente el aspecto del Ford Customline. El resultado fue el Volga, una berlina de 4,83 metros de largo que estaba disponible con dos mecánicas, una de 75 CV y otra superior que recurría a un V8 de 195 CV. 

Otro ejemplo posterior sería Zil, una marca moscovita que fabricó inicialmente el modelo 111 y, ya en los sesenta el 114, para relevar al Volga como coche oficial de las autoridades. En este caso la carrocería reproducía el diseño del Chrysler Imperial, que era por entonces en Estados Unidos un referente en el segmento de las limusinas de lujo. 

Pero GAZ o Zil no fueron ni mucho menos las únicas marcas que desarrollaron su actividad en la Rusia soviética. Las plantas automovilísticas eran numerosas y muchas produjeron coches a la par que fabricaban material militar y agrícola, lo que las ha permitido sobrevivir hasta la actualidad.  

Por ejemplo, Moskvitch inició su andadura en los años treinta con el modelo 400 basado en el alemán Opel Kadett. UAZ se ha centrado sobre todo en todoterrenos militares y Kamaz es un fabricante mundialmente famoso por los camiones ligeros que compiten con éxito en carreras como el París – Dakar. 

El Lada que triunfó en España 

Mención aparte merece el importante grupo AutoVaz, que, fuera de las fronteras rusas, es más conocido por su marca Lada, que ha sido la única marca rusa que ha llegado hasta el mercado español.  

Se trataba del Niva 1600, que llegó a finales de los años setenta. Era un todoterreno compacto, desarrollado a partir del Fiat 124, y pronto cosechó un gran éxito en el medio rural por su precio asequible, robustez y economía de mantenimiento. El modelo todavía existe y se ha actualizado manteniéndose como un superventas en su país, y además en fechas recientes ha vuelto a comercializarse en España a través de un importador. 

Con la caída del telón de acero muchas de las marcas desaparecieron, una situación que dio pie a que la perspectiva automovilística rusa cambiara de forma radical unos años más tarde. Sobre todo porque, al inicio del presente siglo, el Gobierno de Moscú autorizó la entrada de marcas extranjeras y entonces empezaron a llegar coches tan populares como los Ford Focus, Kia Rio o Hyundai Solaris, que muy pronto alcanzaron un gran éxito y multiplicaron sus ventas en el mercado. 

Éxito coreano 

De hecho, son muchas las compañías foráneas que tienen presencia industrial en Rusia y producen allí gran parte de los coches que demanda el mercado nacional. BMW, Citroën, Hyundai, Kia, Mazda, Mercedes, Mitsubishi, Nissan, Renault, Peugeot, Volkswagen y Toyota fabrican coches en suelo ruso y allí producen o ensamblan numerosos modelos, tanto de su gama internacional como otros específicamente desarrollados para aquel mercado. 

A pesar de los años transcurridos desde la apertura comercial, en la actualidad son marcas nacionales rusas las que siguen manteniéndose a la cabeza de las ventas. Sin embargo, algunos modelos coreanos y occidentales han progresado tanto que en los últimos años han configurado un nuevo panorama automovilístico en las calles y carreteras de Rusia.  

Así, los Lada Granta y Vesta encabezan las matriculaciones, seguidos por los Kia Rio, Hyundai Creta y Solaris, Lada Niva, Volkswagen Polo, Skoda Rapid, Lada Largus y Renault Duster (en Rusia no se comercializa bajo la marca Dacia).