Dartz se ríe en la cara de los todocaminos, se ‘chotea’ de la moda SUV y no puede evitar estallar en carcajadas al ver como los todoterrenos se han ido hablando en los últimos años. Dartz hace de la dureza y la seguridad un valor fijo, lo ha demostrado en sus diversos modelos (en ‘El Dictador’, de Sacha Baron Cohen, aparecieron un par de Kombat y Dwight Howard, pívot de Houston Rockets, tiene uno en su garaje), pero con el último lo ha llevado un paso más allá.
Se llama Dartz Prombron Black Shark, es una auténtica tanqueta y solo le falta gritar “¡Hulk aplasta!” para impresionar todavía más.
Aunque no lo parezca, su base es un Mercedes Clase G, aunque con tanta modificación apenas quede rastro. Esto se debe, en gran parte, al hecho de que monta blindaje de distintos grados, siendo el máximo el B7, y diversas zonas están hechas de titanio. Siguiendo el gusto poco discreto de la marca, la carrocería se puede elegir en negro, blanco, gris, oro, pintura de camuflaje y hasta imitando la piel de diversos animales.
No solo de blindaje y apariencia agresiva vive el Prombon Black Shark, también cuenta con lo último en tecnología de seguridad. Así, si alguien que no debe se acerca al vehículo, este puede soltar descargas eléctricas. Si el individuo en cuestión es bien recibido, para poder entrar primero tiene que pasar por un escáner de retina y otro de huella dactilar. No faltan tampoco cámaras y sensores que cubren los 360 grados alrededor del coche para tener la situación bajo control en todo momento.
Te puedes imaginar que un monstruo así pesa un quintal, así que se ha confiado en un motor potente para moverlo con la mayor rapidez posible: un propulsor 6.0 V12 biturbo de origen Mercedes modificado a fondo para que desarrolle 1.500 CV.
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