Cada vez son más las marcas del mundo de la automoción que están dando el salto al mercado de los coches voladores, por norma general asociándose a una compañía especializada en el sector. Suzuki ha sido la última en sumarse a la tendencia, en su caso de la mano de SkyDrive.
Ambas empresas han anunciado una alianza en la que consideran pueden aportar su propio conocimiento e I+D para producir una sinergia para comercializar aeronaves tipo eVTOL, siglas en inglés para hacer referencias a las eléctricas de despegue y aterrizaje vertical.
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Es el formato más habitual en el sector y por el que se han decantado la mayoría de marcas, con una configuración de cabina central, por norma general para un usuario, en ocasiones para dos, con patines en la parte inferior para poder posarse sobre el suelo y con rotores en los extremos, que son los encargados de propulsar el vehículo.
En términos generales, su funcionamiento es similar al de un dron, pero a una escala mayor. Se opta por esta fórmula porque en ciudades, con edificios altos y un espacio relativamente justo para maniobrar, es un sistema de despegue y aterrizaje mucho más ágil.
El modelo de SkyDrive tiene unas dimensiones compactas y capacidad para dos personas. Además, la intención es de producirlo a gran escala y su idea es ofrecer un servicio de taxis aéreos para la Exposición Mundial de 2025 que se celebrará en Osaka (Japón).
Por parte de Suzuki, entrar en el terreno de las aeronaves implica sumar una nueva rama de negocio a su oferta, que ya es bastante completa pues incluye motos, coches e incluso barcos.
Una tendencia al alza
La firma japonesa es solo la última compañía de la industria de la automoción en ampliar su negocio incluyendo coches voladores, como son Honda, Porsche o BMW; además de otras relacionadas como es el caso de Uber.
También hay firmas independientes que han desarrollado sus propios modelos que se ajustan más a lo que tradicionalmente se ha considerado como un coche volador, pues son automóviles que pueden actuar como tal y también remontar el vuelo.
Uno de los ejemplos más destacados el AirCar de Klein Vision, que monta un motor de BMW, ya ha hecho vuelos entre ciudades y cuenta hasta con certificado de aeronavegación por parte de las autoridades de transporte de Eslovaquia; pero también el PAL-V Liberty, uno de los pioneros.
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