Verano, vacaciones y más desplazamientos. Entre los gastos añadidos que debemos afrontar en esta época del año figura el combustible para nuestro vehículo, con viajes hasta los lugares de descanso o escapadas de fin de semana. Por ello no está de más recordar algunos hábitos o trucos que nos pueden ayudar a ahorrar gasolina de forma significativa. Y, además, son sencillos de llevar a cabo y eficaces, así que no hay excusas.
1. ELEGIR LA GASOLINERA
Al llegar a nuestro destino vacacional debemos hacer una comparativa de los precios marcados en las diferentes gasolineras de la zona, ya que pueden existir diferencias apreciables entre ellas. No se trata de recorrer decenas de kilómetros para repostar, pero en distancias asumibles hay que decantarse por la más barata, obviamente. La afluencia de clientes puede ser una buena pista para localizar las que tienen precios más ventajosos.
2. BUSCAR EL MOMENTO
Como sabemos, los precios de los combustibles sufren fluctuaciones por diferentes motivos, no sólo relacionados con la materia prima. Las propias estaciones de servicio o las empresas petroleras aplican su baremo particular, generalmente relacionado con la demanda. Repostando a comienzos de semana podremos ahorrar respecto a hacerlo durante el fin de semana, cuando el incremento de tráfico es evidente. Lo mismo es aplicable a los momentos críticos de la operación salida.
3. TÉCNICA DEL REPOSTAJE
El llenado del depósito se debe realizar aplicando media presión al gatillo de la manguera, porque apretando a tope se generan más gases y se incrementa la evaporación. Al acabar la operación, ya sin accionar el pulsador, hay que girar la boquilla para que caiga el combustible acumulado en la zona final de la misma.
4. NO APURAR EL DEPÓSITO
No tiene sentido apurar el depósito de gasolina por varias razones. Además de que podemos quedarnos sin combustible en cuanto surja alguna complicación (una gasolinera cerrada, un atasco o un desvío), en términos de ahorro la mayor presencia de aire en el depósito propicia que la evaporación aumente. Por si fuera poco, cuando el nivel es muy bajo la bomba puede succionar con más facilidad la suciedad acumulada en el fondo.
5. DESPRENDERSE DE LO INNECESARIO
En vacaciones solemos cargar el coche más de lo habitual, es lógico cuando debemos pertrecharnos con todo lo necesario para esos días de descanso. Una vez que alcancemos nuestro destino es fundamental aligerarlo descargando todo el equipaje, además de desmontar la baca, el baúl o el portabicis si es que hemos recurrido a ellos para el viaje: su penalización aerodinámica incrementa muchísimo los consumos.
6. APARCAR A LA SOMBRA
Siempre que sea posible hay que evitar dejar el coche demasiado tiempo expuesto al sol. Al margen de la desagradable sensación al volver a cogerlo, estacionar a la sombra tiene una doble ventaja para el consumo: exigirá menos esfuerzo al climatizador para alcanzar una temperatura óptima y reducirá la evaporación del combustible en el depósito.
7. PRESIÓN DE LOS NEUMÁTICOS
Además de por razones de seguridad, es importante circular con la presión correcta en los neumáticos. Si están desinflados aumenta su rozamiento con el asfalto y, por tanto, el motor necesita un esfuerzo mayor para vencer esa resistencia, incrementándose el consumo hasta un 20%. Conviene revisar las presiones al menos una vez cada dos semanas y desde luego siempre antes de iniciar un viaje.
8. AJUSTAR LA VELOCIDAD
Al margen de los consejos habituales de una conducción eficiente, en los viajes por carretera debemos prestar especial atención a la velocidad. Un incremento de 20 km/h se traduce en un aumento del consumo en torno al 45%, con lo que resulta evidente que debemos ajustar el ritmo a parámetros razonables y que, además, nos ayudará a evitar sanciones por exceso de velocidad.
9. DEJAR EL COCHE PARADO…
Todos conocemos las ventajas y posibilidades de desplazarse en automóvil, pero una vez en el lugar de vacaciones nos encontraremos en la situación ideal para tener menos dependencia de él que el resto del año. Con tiempo libre, sin prisas y en distancias cortas es muy aconsejable dejar el coche aparcado y recurrir a otros medios de transporte, desde el público a la bicicleta. Ahorraremos dinero, gasolina y nos beneficiaremos de un cambio de hábitos que también nos ayudará a desconectar de lo cotidiano. Y en definitiva, es de lo que se trata en vacaciones, ¿no?
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