John Wick se ha convertido en un éxito internacional. Lo que empezó como una cinta de corte indie se ha convertido en una franquicia que mueve millones. En la cuarta entrega, estrenada este mes, la acción sigue siendo la protagonista, pero a lo largo de toda la saga los coches han tenido una importancia capital.
No es algo que sea casualidad y es que Keanu Reeves es un gran aficionado al mundo del motor, sobre todo a las motos. Ya en 2018 estuvo en el Circuito de Cheste, corriendo con sus propias motos, y es que el actor tiene una marca llamada Arch.
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Las motocicletas también hacen acto de aparición en la saga, con dos modelos de Aprilia en la cuarta entrega y la Yamaha MT-09 haciendo acto de aparición en una espectacular escena de persecución en la que hay una pelea con catanas.
Sin embargo, son los coches los que tienen mayor presencia, siendo protagonistas de algunos momentos clave de la franquicia y coincidiendo todos ellos en que el señor Wick, también conocido como Baba Yaga (en referencia a una bruja del folclore ruso), tiene predilección por los ‘muscle car’ americanos.
Ford Mustang Boss 429, el coche con el que empezó todo
La primera película de John Wick tenía un presupuesto ajustado y fue un lanzamiento menor (en España ni se estrenó en cines), pero eso no fue impedimento para que en ella figurará un muscle car icónico, el Ford Mustang Boss 429, un modelo con 375 CV que se puede modificar fácilmente para llegar al medio millar de caballos.
Es el coche de John Wick, a quien se lo roba un gángster ruso, lo que, sumado al hecho de que el mismo delincuente mata a su cachorrito, sirve de punto de partida para una de las historias de venganza más sangrientas de la historia del cine.
Chevrolet Chevelle SS 396 de 1970
Sin destripar la trama, se puede decir que en la segunda entrega Wick tiene que cambiar de coche y opta por un modelo que sigue la misma línea del que era su automóvil original, un Chevrolet Chevelle SS 396 del año 70.
El clásico lucía impoluto con una carrocería en color verde oscuro cruzada por dos franjas longitudinales blancas y bajo el capó ocultaba un motor V8 de 375 CV.
Dodge Charger SXT de 2011
Dentro de los coches que han pertenecido al personaje, es una rareza en tanto en cuanto es el único modelo moderno, pese a que siga siendo un muscle car. El ejemplar que aparece en la película es completamente negro y utiliza el motor HEMI, un bloque V8 de 6,4 litros que desarrolla 470 CV de potencia.
Como ocurre con otros automóviles de la lista, se ve inmerso en persecuciones y tiroteos, y su final no es nada tranquilo.
Plymouth Barracuda de 1971
En la cuarta película de la franquicia Wick vuelve a los clásicos, concretamente a un Plymouth Barracuda de 1971 de color negro, que no es suyo, sino que roba para protagonizar una trepidante escena que tiene como escenario nada menos que el Arco del Triunfo, en París, Francia.
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