¿Quién dijo que ser un buen jefe no tiene recompensas? Dan Price, consejero delegado de Gravity Payments, ha experimentado en primera persona que tratar bien a los empleados puede tener su compensación.
El año pasado, Price renunció a su prima anual de 1,1 millones de dólares y la invirtió en su equipo de trabajadores, que pasaban así a cobrar en 2017 como mínimo, sin importar su puesto dentro de la compañía, 70.000 dólares anuales.
Desde entonces, los empleados de la empresa se pusieron de acuerdo y, tras ahorrar durante seis meses, consiguieron reunir precisamente 70.000 dólares, la cantidad que costaba el coche favorito de su jefe: un Tesla Model S.
Visitaron un concesionario de la marca, compraron una unidad en color azul marino y le dieron la sorpresa a su jefe. Su reaccion queda reflejada en este vídeo:
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