El coche eléctrico más rápido, derrotado por un hiperdeportivo de gasolina

La batalla por ser el más rápido del mundo se libra en varios frentes. La vuelta más rápida en Nürburgring es uno de ellos, pero los tiempos de aceleración son los más esclarecedores. Dentro de ellos, el paso de 0 a 100 km/h es uno de los más usados, pero en la categoría de hiperdeportivos se queda hasta corto y se usan medidas muy superiores.

Uno de los más extremos consiste en acelerar de 0 a 400 km/h para luego volver a detenerse por completo. Se trata de una maniobra que muy pocos coches en el mundo pueden llevar a cabo, y ahora hay un nuevo rey en esta categoría: el Koenigsegg Regera.

El modelo sueco no es precisamente una novedad, pues hace 10 años que vio la luz. De hecho, en 2019 ya logró el mejor tiempo para esta maniobra, 31,49 segundos, arrebatando el récord a su hermano, el Agera RS, que había logrado un crono de 33,29 segundos en 2017.

Sin embargo, hace apenas un mes el Rimac Nevera demostró el potencial de los coches eléctricos logrando nada menos que 23 récords del mundo de velocidad, entre los que estaba el del 0-400-0 km/h, que consiguió completar en 29,94 segundos.

Desde Koenigsegg se dieron por aludidos y se pusieron manos a la obra para recuperar su trono. La cuestión radicaba en cómo podía un coche con una década a sus espaldas mejorar de manera tan notable su propio tiempo. La respuesta fue sencilla: con los neumáticos.

El récord del Koenigsegg Regera

La compañía calzó al Regera unos Michelin Cup2R, más avanzados que los empleados en el intento de hace cuatro años, lo que fue suficiente para rebajar su crono hasta los 28,81 segundos y conseguir que este récord siga en posesión de un coche de combustión tradicional.

“Este récord específico significa mucho para Koenigsegg”, dice Christian von Koenigsegg, fundador y director ejecutivo de la marca, “ya ​​que cubre todos los aspectos del rendimiento extremo. El hecho de que el Regera todavía pueda sorprender y asombrar al mundo del automóvil después de todo este tiempo es un testimonio no solo de su diseño atemporal, sino también de la ingeniería y la tecnología que estaban muy por delante. Es algo que me enorgullece mucho y, mientras se entregan los coches a los clientes de Jesko, estamos ansiosos por mostrarles lo que sigue”.