Los Gobiernos justifican los radares de velocidad como herramientas para mejorar la seguridad en las carreteras, pero los conductores los consideran meros elementos recaudatorios que generan rabia y frustración. Tanta que algunos van a empezar a recurrir al vandalismo para acabar con ellos.
Al menos, eso parece pensar la empresa alemana que acaba de presentar el Vitronic Enforcement Trailer, un prototipo que lleva a un nuevo nivel los radares que conocemos. Más capacidades y más eficacia.
Su diseño, con múltiples paneles poligonales, puede resultar de lo más llamativo, pero lo que le hace destacar son sus habilidades. Sus creadores, presuponiendo los cabreos que provocará en los infractores, lo han dotado de un sistema de alarma antivándalos y, para los casos más extremos, incluso está hecho a prueba de balas.
Pesa 1.250 kilos y puede ser transportado por cualquier vehículo que tenga una bola de remolque. Una vez depositado en la zona adecuada, se termina de colocar y orientar utilizando un control remoto. Al finalizar la operación, se asienta en el suelo, cubre las ruedas e impide así que lo pueda mover alguien no autorizado.
Al contrario que los radares comunes, el Vitronic Enforcement Trailer es capaz de vigilar varios carriles al mismo tiempo y, gracias a su radar LIDAR identifica distintos tipos de vehículos (coches, camiones…) para evaluar si su velocidad es la adecuada a la vía en cada caso.
Además, en cuanto se comete la infracción, toma la foto y empleando su módem y su conexión wifi manda los datos de manera automática al sistema de tráfico.
Y, como guinda, se trata de un sistema con bastante autonomía: puede funcionar de manera automática hasta durante cinco días, que es el tiempo que tarda en agotarse su batería.
Por el momento continúan sus pruebas, aunque parece que solo es cuestión de tiempo que llegue a las carreteras… a velar por nuestra seguridad.
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