El mundo de las miniaturas de coches es igual de amplio y variado que el sector automotriz real. Hay desde réplicas de juguete como los archiconocidos Hot Wheels, con un precio de apenas 2,5 euros la unidad, hasta trabajos con un mimo que hacen que cuesten más que un automóvil auténtico. El Ferrari Purosangue es el último en unirse al segundo grupo.
Es obra de Amalgam Collection, especialista del sector que crea réplicas a escala 1:8 con precios que a menudo rondan los 20.000 euros.
En el caso del Ferrari, que va a fabricarse en forma de serie limitada de solo 199 unidades, el precio es de 13.995 euros. Sin embargo, igual que ocurre con el Purosangue de verdad, los compradores pueden personalizarlo a su gusto, con lo que el montante aumenta hasta los 18.500 euros.
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¿Qué extra se consigue por dicha cantidad adicional? La posibilidad de elegir el color de la carrocería, la tonalidad del interior del habitáculo, el diseño de las llantas y el tono de las pinzas de freno que asoman tras ellas.
La justificación del precio, más allá de la exclusividad, está en cómo se fabrica cada ejemplar. El desarrollo de cada modelo supone unas 3.000 de trabajo y luego se invierten otras 300 horas en la producción de cada unidad. Un equipo de artesanos se encarga de todo el proceso y para que el resultado sea lo más fiel posible al original, se utilizan diseños CAD originales, códigos de pintura y especificaciones de materiales de la propia Ferrari.
Los coches que se pueden comprar con 18.500 euros
A pesar de ello, la cifra llama la atención, sobre todo cuando en el mercado actual se pueden comprar una variedad bastante amplia de modelos de verdad con esa cuantía. Dentro de Dacia, los Sandero, Sandero Stepway y Jogger entran en ese presupuesto. Es posible hacerse con los Kia Picanto y Kia Rio. En el caso de Skoda el Fabia tiene un precio inferior. Y entre las marcas chinas, el MG ZS cuesta poco más de 17.000 euros.
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