La frase se ha oído miles de veces en televisión –“este medicamento puede producir somnolencia”–, pero el aviso se queda corto. En la cara b de muchos fármacos se esconden problemas como reducción de reflejos, dificultad de concentración, sensación de inestabilidad, mareos o visión borrosa. Efectos adversos peligrosos y, peor aún, desconocidos por muchos.
No se trata de una realidad intangible: el 5% de los accidentes de tráfico están relacionados en España con el consumo de ciertas medicinas, según datos de la Fundación CNAE. Y no extraña: uno de cada tres medicamentos (el 32,5%, en rigor) “puede generar interacciones que influyen en la capacidad de conducción”.
Lo advierte el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, preocupado por dos circunstancias concretas: por una parte, el 17% de los conductores declara estar en tratamiento farmacológico, pero la mayoría –tres de cada cuatro– no tiene información sobre el efecto de su medicación.
Por otro lado, muchos toman medicamentos sin receta y “desconocen y minusvaloran los efectos que también pueden presentar”.
Los efectos adversos
Analgésicos, antidepresivos, antihistamínicos, antitusivos, relajantes musculares… Tanto los medicamentos prescritos por los profesionales como los que se compran sin receta pueden tener una influencia directa en la conducción.
No obstante, la organización farmacéutica colegial recuerda que no siempre las consecuencias son negativas, “puesto que en muchas ocasiones el medicamento permite controlar la patología y mejorar la capacidad de conducción”.
En todo caso, el primer paso para que la seguridad no se vea afectada es conocer las efectos adversos, como los que cita, resumidamente, el Ministerio de Sanidad.
- Hipnóticos (trastornos del sueño). Somnolencia, disminución de la atención y disminución de la capacidad de reacción.
- Ansiolíticos (ansiedad). Somnolencia, disminución de la atención y disminución de la capacidad de reacción.
- Antidepresivos. Nerviosismo, ansiedad, somnolencia, alteración de la coordinación, visión borrosa.
- Antigripales y anticatarrales. Somnolencia
- Analgésicos (dolor). Somnolencia, mareo, disminución de la atención y disminución de la capacidad de concentración.
- Antialérgicos. Somnolencia, visión borrosa (colirios).
- Antimigratosos (migrañas). Somnolencia, mareos, debilidad.
- Antipsicóticos (psicosis). Somnolencia, mareos, agitación, cansancio.
- Antiepilépticos. Somnolencia, mareos, visión borrosa, sensación de debilidad, fatiga.
- Antiparkinsonianos. Somnolencia, episodios repentinos de sueño, espasmos, visión borrosa, confusión.
- Fármacos para diabetes. Hipoglucemia (bajadas de azúcar).
- Antihistamínicos. Somnolencia, capacidad de reacción reducida.
Un aviso en el prospecto
En el envase de los medicamentos que afectan a la conducción aparece un pictograma que sirve para identificarlos. El símbolo no prohíbe la conducción, pero advierte de que debe leerse el prospecto para conocer en detalle los efectos adversos.
Según la base de datos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos –de consulta pública y gratuita–, alrededor de 5.800 presentaciones de medicamentos (el 32,5% citado antes) incluyen el pictograma.
Recomendaciones
Según indican los expertos, “un mismo medicamento podría no afectar a una persona y sí hacerlo de forma significativa a otra”, e incluso producir diferentes efectos “a la misma persona, en dos momentos diferentes”.
Aun así, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos ofrece recomendaciones genéricas para los conductores, como utilizar los medicamentos siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario.
En caso de que el medicamento incluya el pictograma relativo a la conducción, se debe leer el prospecto y consultar al farmacéutico para conocer el efecto de los medicamentos sobre la conducción.
Además, este organismo resalta la importancia de no conducir al inicio de un tratamiento que potencialmente pueda disminuir reflejos o capacidad visual, ya que el cuerpo no estará acostumbrado.
También recuerda el potencial peligro de la administración conjunta de varios medicamentos, por la posibilidad de interacciones entre los mismos.
Respecto al consumo de alcohol, el consejo de farmacéuticos hace especial énfasis en el riesgo de que este interactúe con los medicamentos, y añade que algunas composiciones incluyen alcohol, por lo que se recomienda consultar el prospecto para conocer su contenido total.
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