Cómo reducir las facturas del taller de forma considerable

Desde 2019, los talleres de automoción franceses están obligados a ofrecer a sus clientes dos presupuestos de las reparaciones: el habitual, utilizando piezas nuevas, y un segundo con su equivalencia en material reciclado. La legislación excluye de esta posibilidad aquellos componentes relacionados con la seguridad, al igual que las que se encuentren en sistemas críticos como el tren de rodaje, los frenos y la suspensión.

El aprovechamiento de estas piezas se encuadra en una estrategia de economía circular y sostenibilidad de la industria. Además, se produce un evidente beneficio para los usuarios, ya que la influencia de los componentes alcanza el 57% del precio en las reparaciones, un producto que en España, durante 2022, incrementó su valor el doble que el IPC (12% frente al 6,5%).

La realidad es que el precio medio de las reparaciones ha crecido hasta un 17,1% en tan solo tres años. Una inflación que en buena parte se debe al aumento del coste de las materias primas y los componentes, incluyendo la crisis de producción y suministro que se produjo poco después de la pandemia. Considerando la influencia de las piezas en estos trabajos mecánicos es fácil entender que en ningún caso ayuda a la contención en las facturas.

La solución del reciclaje

La utilización de un recambio ecológico se presenta como la solución más adecuada para intentar aquilatar los costes de las reparaciones. Son piezas procedentes de vehículos irreparables, pero que no están dañadas y pueden disfrutar de una segunda vida. La gestión de este material se realiza en los más de 1.600 Centros Autorizados de Tratamientos (CAT).

El Grupo Solera, una de las referencias mundiales en la gestión del ciclo de vida de los vehículos, asegura que seis de cada 10 euros de una reparación corresponden al coste de las piezas. Por este motivo aboga por la utilización de componentes recuperados de los 150.000 coches con menos de 15 años que cada ejercicio se dan de baja en España.

Anualmente dejan de circular por las carreteras españoles unos 700.000 coches, aunque ocho de cada 10 superan esos tres lustros de vida y, en consecuencia, no ofrecen las garantías suficientes para su reutilización. Pero el 20% restante debería destinarse a recambio ecológico rentable, tanto para los talleres como para los clientes.

Son piezas que podrán aplicarse a una de cada cinco reparaciones realizadas y que ofrecen de un coste medio inferior en un 55% respecto a las nuevas. Incluso más allá de las razones económicas, puntualizan desde Solera, se limita el impacto de las emisiones de C02 de esta actividad, sin mermar la calidad y seguridad de estas. En concreto, se estima que la reducción de estas emisiones supondría el 15% del total procedente de las reparaciones.

La reparación

El estudio realizado por el Grupo Solera aconseja igualmente la reparación de las piezas que se puedan someter a este proceso antes de su sustitución definitiva. Al margen del uso de componentes de segunda vida, los talleres sostenibles deben apostar por reparar aquellas piezas que lo permitan, algo que ya sucede en dos de cada tres de ellas que intervienen en una reparación, fundamentalmente de la carrocería.

Se trata de otro objetivo que necesita afianzarse para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. En concreto, el que se refiere a la Producción y el Consumo Responsables indica que se debe “reducir considerablemente la generación de deshechos mediante la prevención, reducción, reciclado y reutilización”.