Óscar Llatje: “Intentamos llegar a los motoristas, pero por lo que sea no se sienten implicados”

Algunos estudios sostienen que, después de Roma, la segunda ciudad de Europa con más motos es Barcelona, y eso se traslada a los alrededores de la ciudad y a las estadísticas. La moto es un vehículo muy extendido en toda Cataluña, donde en 2023 se registraron 53 motoristas fallecidos en vías interurbanas.

“Históricamente hemos tenido muchos accidentes de motocicleta”, asume Òscar Llatje, coordinador de seguridad vial y movilidad del Servei Català de Trànsit (SCT), que reconoce dos problemas principales.

Por un lado, el hecho de que los poseedores del permiso B puedan manejar motos de hasta 125cc: “Nos perjudicó mucho, y creo que en toda España perjudicó bastante. Es un usuario normal que utiliza la moto como un turismo más, cuando las capacidades que se necesitan son muy diferentes”. Por otro, la falta de conexión con los usuarios de motos de media y gran cilindrada. “Intentamos llegar por todos los medios, pero por lo que sea no se sienten implicados”, afirma.

Las cifras de siniestralidad de motoristas en Cataluña no están disparadas, pero tampoco logran reducirlas. ¿Qué sucede? 

Desde el año 2000 [cuando el SCT asumió las competencias de tráfico en toda Cataluña], los accidentes de turismos, por ejemplo, han experimentado un descenso radical, mientras que las motos se mantienen siempre en unos números similares. Y si comparamos enero y febrero con 2023, este año hay un pequeño repunte, así que todo apunta a que la tendencia se repetirá. No estamos accediendo a los usuarios de motocicleta, las políticas no se han mostrado eficaces. Hemos intentado llegar a ellos a través de canales específicos, incluso con la asociación de fabricantes Anesdor, pero es como si fuesen un poco refractarios a nuestra información. 

¿Cómo son los accidentes de moto en Cataluña?

Identificamos un gran porcentaje de accidentes de moto [en vías interurbanas] con una moto sola implicada. [En el caso de los coches], el 28% de los siniestros son de un turismo solo; en cambio, en las motos esto al 44%, incluso al 45%, es mucho más elevado. Son caídas en la vía o salidas de vía porque el motorista no ha sabido leer bien la curva. 

Se entiende que ocurre en las curvas más cerradas

No. Esto se produce, y lo tenemos estudiado, en curvas que no son ni muy cerradas ni muy abiertas. Si la curva es muy abierta, no hay ningún problema; si es muy cerrada, el motorista reduce la velocidad. Pero hay ciertas curvas con un radio intermedio que el motorista subestima y no resuelve bien.

Y creen que es responsabilidad de los usuarios. ¿Nunca de la carretera?

Es verdad que hay manchas de aceite, gravillas o deficiencias en la carretera, pero no sabemos exactamente qué impacto tiene esto. A juzgar por los accidentes de todos los vehículos, incluidas las motos, el porcentaje de influencia del estado de la vía es mínimo. Si en carretera tenemos el 45% de accidentes solos, es muy difícil que sea que en el 45% de casos la vía estuviese mal. Y, además, coincide que son curvas que [aparentemente] se pueden pasar a cierta velocidad y en realidad no se puede. 

La clave entonces es identificar esos lugares.

Es importante detectar los tramos que son peligrosos para motos. Un sitio por donde solo pasa una moto al año y esa moto, durante muchos años, se accidenta, es mucho más peligroso que un tramo por donde circulan 10.000 motos al año y se accidentan 500, ¿no? Aunque tengas que preocuparte ee los dos. En el primer caso, probablemente sí hay un problema en la vía o en la lectura que hace un motorista sobre ese tramo. De hecho, empezamos un programa piloto antes de la pandemia con el Departamento del Territorio de la Generalitat en la carretera del Pantà de Foix [BV-2115, Barcelona], donde propusimos marcar el trazado de la curva en el suelo. Es una carretera en la que tampoco hay tantas motos ni tantos accidentes, así que tenemos que esperar unos años para ver si esto tiene algún efecto, que seguramente lo va a tener. Lo hemos ido siguiendo, pero todavía tenemos falta de muestra.

Los investigadores de accidentes y las asociaciones de motoristas se quejan precisamente de que faltan en general datos e información.

El primer dato que falta es el número real de motoristas que circulan. Este es un problema histórico en todo el Estado español y también en Cataluña. Nosotros estamos poniendo ahora remedio con cámaras de visión artificial que pueden distinguir las motos; hasta ahora, al sistema normal de contar vehículos le resulta muy difícil detectar vehículos tan cortos como la moto. Con lo cual, diseñar políticas más científicas para este tipo de vehículos, se complica un poco si no sabes cuántos circulan.

Saben cuántas motos hay, pero no cuántas salen a la vía.

El número de motos matriculadas no es un buen indicador. No todos los vehículos circulan y unos circulan más y otros menos. Es indispensable conocer el valor de la movilidad para calcular el índice de peligrosidad de un vehículo. Creo que esto va a cambiar en breve, porque las nuevas tecnologías permiten discernir entre todos los tipos de vehículos.