En todas las casas cuecen habas y en todas las comunidades de vecinos hay roces. Son las inevitables consecuencias de la convivencia, pero en algunos casos se van de las manos.
Y si no, que se lo digan al propietario de este BMW Serie 4, que bajó al garaje de su comunidad para recoger su coche y se lo encontró emparedado. Literalmente. Durante la noche, alguien había construido un muro alrededor del vehículo, encarcelándolo.
Más información
Los hechos sucedieron hace unas noches en un edificio del barrio de Chamberí, en Madrid. En el vídeo que ha publicado Telemadrid en sus redes sociales se puede ver cómo el propietario del vehículo golpea con un martillo una pared del garaje. Nada parece tener mucho sentido hasta que, tras agujerear la pared lo suficiente, la cámara deja ver que hay un coche dentro. En concreto, el BMW de este vecino.
¿De quién es la plaza de garaje?
La información publicada explica que el muro se levantó en una sola noche. Está pintado con todo detalle para que parezca parte del garaje, como si hubiera estado ahí toda la vida. Pero hay ciertos detalles que dan pistas sobre su reciente construcción. Las primeras son que el yeso y la pintura todavía están frescos. La segunda es su dudosa estabilidad: el tabique no está del todo recto, ya que se adapta a las formas de vehículo.
Según cuenta la cadena autonómica, no es la primera vez que el conductor afectado se encuentra su coche emparedado. Este incidente ya habría tenido lugar en una ocasión anterior y, al parecer, el problema reside en la propiedad de la plaza de aparcamiento. Mientras que Fernando asegura que es suya, la administración de la finca sostiene que es de uso comunitario.
De hecho, según lo que defiende el administrador, esa plaza de aparcamiento estaba tapada con un muro anteriormente, como el que han levantado. Según su versión, sería este conductor el que habría tirado en un primer momento el tabique para hacer uso particular de ese espacio.
Sin embargo, este vecino no es el único que ha tenido problemas con la administración de la finca. Desde derramas con precios exorbitados hasta el cobro de cuotas de la comunidad irregulares, que cambian de precio de mes a mes, varios son los habitantes de este edificio que se quejan de la gestión de su comunidad.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram