El nuevo coche de Xiaomi será un REX

Xiaomi ha entrado por la puerta grande en el sector de la automoción. El SU7 ha sido un éxito con largas listas de espera de clientes interesados en la berlina. El siguiente en llegar será el SU8, un SUV de corte deportivo. Y parece que la compañía china ya está dando forma al tercer integrante de la familia, que se saldrá de la tangente y no será eléctrico, sino que será un REX.

También conocidos como EREV, las siglas en inglés de ‘Extended Range Electric Vehicle’, se trata de vehículos eléctricos de autonomía extendida, que adoptan una peculiar configuración mecánica para lidiar con la ansiedad derivada del rango de acción.

Estos sistemas combinan un motor de combustión con la mecánica eléctrica, teniendo un modo de funcionamiento en el que el bloque térmico actúa como generador para alimentar a la batería que suministra energía a los propulsores eléctricos, por lo que son éstos los que hacen que e coche se mueva.

Esto tiene varias ventajas. La primera es que con el pequeño depósito de combustible se consiguen autonomías mayores que con los coches eléctricos convencionales. La segunda es que permite montar una batería más pequeña, lo que abarata costes considerablemente. Esto es especialmente importante para Xiaomi, que tiene en el precio de derribo del SU7 uno de sus aspectos más destacados.

El tercer modelo de la compañía responde al nombre interno de Kunlun y, según CNEV, su lanzamiento al mercado está pensado para 2026, después de que en 2025 haga lo propio el SU8, que será un rival el popular Tesla Model Y.

Sobre el formato que tendrá, parece que será también un SUV y que su objetivo serán las familias, lo que apunta a que tendrá un precio de venta ajustado.

A este cometido no solo ayudarán aspectos como el uso de una batería más pequeña. El citado medio apunta a que Xiaomi va a optar por un nuevo enfoque que le permita reducir costes. A nivel tecnológico, planea usar componentes de menor calidad en aquellas funciones que no estén relacionadas con la seguridad.

Por poner un ejemplo, para las cámaras que apuntan al interior del habitáculo o el sistema multimedia utilizará chips de “nivel de usuario” en lugar de partes de “nivel automotriz”, lo que permitirá abaratar costes.