La verdad del coche de Xiaomi: ¿por qué la marca china pierde 10.000 euros por cada uno que vende?

El Xiaomi SU7 se ha convertido en la sensación del mundo del motor gracias a una estrategia completamente estudiado por parte de la tecnológica china: hacer ruido para abrirse hueco en el mercado al coste que sea, y esto último es literal.

Según recoge Reuters, los analistas de City Research han hecho cálculos y han llegado a la conclusión de que Xiaomi está vendiendo a pérdidas la berlina SU7, y no por un margen pequeño. Los expertos calculan que podría estar perdiendo casi 10.000 euros por cada ejemplar comercializado.

El modelo eléctrico tiene una horquilla de precios de entre 200.000 y 300.000 yuanes, con un precio de partida de 215.900 yuanes. Al cambio actual, esto suponen algo menos de 28.000 euros.

Se trata de una cuantía muy ajustada que supone un recorte enorme respecto a las tarifas de acceso de sus principales rivales, como pueden ser el Tesla Model S o el Porsche Taycan.

Conseguir un precio tan ajustado parecía imposible, pero es algo factible cuando la empresa que produce el coche da por sentado que va a tener pérdidas. Según City Research, Xiaomi perdería con cada SU7 unos 68.000 yuanes, lo que actualmente suponen unos 8.800 euros.

Extrapolándolo al objetivo de producción de la compañía, que es de 60.000 unidades al año, la estimación es que se experimentaría una pérdida anual de 4.100 millones de yuanes, es decir, algo más de 530 millones de euros.

A pesar de ser muy elevada, esta cifra entra en los cálculos de la compañía china, que asume estos gastos como necesarios para hacerse hueco en un cada vez más competido mercado de coches eléctricos, donde hay rivales de mayor nombre y con una trayectoria más larga.

Además, dado que la división automovilística de Xiaomi solo supone una pequeña parte de todas las ramas que componen la empresa, estas pueden apostar el músculo financiero para aguantar durante esta fase inicial.

Comienzos difíciles

La andadura del Xiaomi SU7 ha sido todo un éxito nada más anunciarse, consiguiendo nada menos que 88.898 prerreservas durante las primeras 24 horas tras abrirse los pedidos.

Sin embargo, esta avalancha de interés ha tenido consecuencias negativas. Las colas para llevar a cabo pruebas del modelo han hecho necesario establecer turnos incluso de madrugada, mientras que los tiempos de entrega pueden ser de hasta 30 semanas, dependiendo de la versión elegida.