Las siglas JCW tienen un significado icónico en Mini. Se corresponden con John Cooper Works y se utilizan para denominar la versión de altas prestaciones de los modelos de la compañía. Ahora, la firma británica amplía la familia y las utiliza para nombrar al acabado más deportivo del modelo, aunque utilice la mecánica estándar.
Así pues, se trata de un traje que le da un toque más llamativo tanto en el exterior como en el interior.
Ambos paragolpes cuentan con difusores específicos, tiene un acabado negro brillante para la parrilla delantera octogonal, el logotipo John Cooper Works está presente en varios lugares, calza llantas de diseño exclusivo y de 17 y 18 pulgadas, el techo presenta un color de contraste, las carcasas de los retrovisores están acabadas en negro y las pinzas de freno JCW tienen el mismo color.
El interior también recibe su ración de elementos exclusivos. Lo principal son los asientos deportivos para las plazas delanteras, fabricados en cuero sintético negro con tejido de punto multicolor en la zona de los hombros y costuras en tono rojo. Además, la superficie del salpicadero tiene un patrón negro y rojo que simula una bandera a cuadros.
En ella sigue estando la ya característica pantalla OLED de alta resolución circular con 240 mm de diámetro, que es común a todas las versiones de la nueva generación del Mini.
El motor del Mini JCW no cambia
Por el momento solo se ha anunciado que el Mini JCW va a ser compatible con la mecánica de gasolina del modelo, no para las variantes eléctricas. De esta manera bajo el capó monta un motor 2.0 TwinPower Turbo de cuatro cilindros que desarrolla 204 CV y 300 Nm, se combina con un cambio automático de siete marchas y con un sistema de tracción delantera.
Gracias a ello es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y tiene una velocidad máxima de 242 km/h.
El Mini JCW ya está disponible en el configurador español de la marca y tiene un precio de partida de 36.630 euros.
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