El truco infalible para no rayar las llantas del coche al aparcar

Acercarse mucho al bordillo de la acera al estacionar puede dar como resultado una llanta rozada.

Llantas
Hay que tener mucho cuidado al aparcar para no dañar las llantas.

Cuando se aparca en línea en la calle, el coche es susceptible de sufrir diferentes daños al rozarse contra otros vehículos estacionados o contra el bordillo de la acera.

En este último caso los elementos más dañados serán los neumáticos y las llantas. Pero como los primeros son de goma, si el roce no es muy prolongado, no sufrirán daños. Las llantas, sí.

Cómo evitar daños en las llantas

Para empezar, hay que verificar que el espacio sea suficiente para maniobrar. Además, hay que fijarse en que la calle no sea demasiado estrecha, para poder dejar 10 o 15 centímetros desde las ruedas hasta el bordillo de la acera y que no ocurra como en el siguiente vídeo.

Antes de comenzar la maniobra, el mejor truco es regular el espejo retrovisor exterior del lado del que se vaya a aparcar.

Algunos coches lo hacen de manera automática al insertar la marcha atrás, bajando el retrovisor del lado que se haya indicado con el intermitente.

Llantas
Es fundamental bajar el retrovisor para ver el bordillo.

Si no, hay que hacerlo de forma manual, seleccionando el retrovisor correspondiente y bajándolo de forma manual hasta que se vea la acera, para no rozar las llantas con ella.

Es cierto que se pierden otras referencias, pero siempre se podrá detener el coche y volver a subir el espejo y colocarlo en su sitio o donde más convenga en cada momento.

Maniobrar despacio

Por supuesto, como en toda maniobra en la que el coche se acerque a un obstáculo o a otro vehículo, se debe realizar despacio, a un ritmo lento, evitando aceleraciones bruscas.

Aunque el vehículo disponga de asistente de aparcamiento, siempre se debe vigilar que no se acerque demasiado al bordillo.

Llantas
Lo ideal es dejar un espacio de 10 o 15 centímetros hasta el bordillo.

Estos asistentes suelen dejar margen, pero no está de más vigilar la maniobra. Y si hay que manejar acelerador y freno, hacerlo de forma muy lenta y suave. Y es que a veces no calculan bien la distancia y pueden acercarse peligrosamente a los bordillos y causar daños en las llantas.

Que no se dañen los neumáticos

Si el neumático sobresale de la llanta, será el primero que roce con el bordillo, pero al ser flexible, si se insiste y se sigue apretando, llegará a la llanta.

Y no suelen producirse daños en estos elementos, a no ser que se deje el coche con el neumático pellizcado durante varias horas o días. En ese caso, se pueden producir deformidades difícilmente recuperables y habrá que cambiar la rueda en cuestión.

Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram

Newsletter ElMotor

Recibe la newsletter de EL MOTOR con toda la actualidad del mundo del automóvil y la moto, tecnología, seguridad, conducción y eficiencia.

Apúntate

Servicios ELMOTOR

Encuentra los mejores talleres, seguros, autoescuelas, neumáticos…

BUSCAR
Cerrar

NEWSLETTER

Toda la actualidad del mundo del automóvil y la moto, tecnología, seguridad, conducción y eficiencia en tu buzón de correo.

¡Me interesa!
Por ahora no